Primera detención. El 24 de octubre de 2002, Grassi quedó detenido en la DDI de Morón luego de declarar en la fiscalía. El prelado negó las denuncias de violaciones en Felices Los Niños que había revelado Telenoche Investiga.
El cura estuvo detenido en la dependencia policial de investigaciones hasta el 21 de noviembre (menos de un mes), cuando obtuvo el beneficio de libertad morigerada, status procesal que mantuvo hasta su primera condena.
El 10 de junio de 2009, Grassi fue sentenciado en primera instancia a 15 años de prisión, pero no se dictó la "inmediata detención", sino que quedó en libertad condicional vigilada, con una orden de no poder acercarse a las sedes de su fundación en toda la Provincia de Buenos Aires.
La Cámara de Casación penal bonaerense ratificó el fallo contra Grassi, pero tampoco se ordenó una detención efectiva del mediático.
En abril de este año, la querella denunció que el cura incumplió su libertad vigilada, por lo que el Tribunal Criminal 1 de Morón ordenó su detención efectiva por "violentar los requisitos de la libertad morigerada". La defensa de Grassi alegó que la condena no estaba firme y el acusado siguió en libertad.
Hace 10 días, la
Suprema Corte bonaerense ratificó la condena a 15 años y entonces Grassi tuvo que
informar un domicilio y permanecer allí "detenidos" hasta que la condena quedara firme.
Pero el fiscal pidió la "detención efectiva inmediata" por riesgo de fuga y entonces en el Tribunal Oral que lo condenó en 2009 tuvo que convocar una nueva audiencia para definir su situación.
Condena efectiva. Julio César Grassi cumplirá su condena en la
Unidad Penal 39 de Ituzaingó, que depende del
Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires. La cárcel se construyó en
2004 y es de
régimen semi-abierto: allí cumplen sus penas condenados con beneficios de salidas transitorias para trabajar o estudiar fuera de la prisión. También para visitar a sus familias sólo en partidos vecinos.
Dentro del penitenciario también se desarrollan muchas actividades, a diferencia de otras unidades penales bonaerense. Por ejemplo, se dictan cursos de oficios a los internos, como jardinería, mecánica, herrería, entre otros.
Un penal a favor. Muchos vecinos de Ituzaingó denunciaron en reiteradas ocasiones en las comisarías locales que muchos internos, con el argumento de salir a trabajar, cometen delitos con bandas organizadas.
Los mismos vecinos denunciaron controles "laxos" de ese penitenciario. Incluso hubo sucesivos reclamos de que los presos con permiso para salir arman “picaditos” de fútbol y toman cerveza en los alrededores.
"Desde hace rato que venimos alertando sobre fallas en el sistema de seguridad de la cárcel, pero en el último tiempo todo se agravó, al punto que los muchachos salen, compran vino, toman en la puerta del penal y hasta juegan borrachos a la pelota”, explicó un residente de las inmediaciones.
Violador fugado. El último 19 de agosto, un hombre condenado a 38 años de prisión por abusos sexuales se fugó del mismo penal en el que cumplirá su condena el cura Grassi. El reo escapó durante una salida transitoria cuando supuestamente iba a visitar a un familiar, según informaron fuentes penitenciarias.
Las autoridades de la Unidad Penal Nº39 autoridades fueron separadas de su cargo de manera preventiva mientras se investigan las circunstancias en las que se produjo la fuga.
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Violencia carcelaria. Asimismo, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) denunció que en los últimos días de 2010, un interno de la Unidad Penal 39 de Ituzaingó falleció luego de ser atacado con una faca por otro interno.