No solo las pantallas parecen ser las responsables de que la lectura en voz alta sea una actividad que, en las casas, sucede cada vez menos. En la Argentina, la crisis económica sostenida es otro de los enemigos del hábito de contar o recibir historias orales: según un informe de la Agenda por la Equidad del Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA), tres de cada diez chicos no son estimulados a través de la lectura de cuentos o narraciones en voz alta.
El estudio, elaborado por Ianina Tuñón, Carolina Martínez y María Emilia Sánchez, estipula, además, que en 2018 el 45% de los niños y niñas de 0 a 4 años no tuvo libros infantiles en su casa. “Este indicador es superior al déficit en la estimulación oral a través de la narración de historias, por lo que inferimos que hay adultos de referencia en esas casas que promueven la estimulación intelectual de los niños a través de la tradición oral. Si bien esta práctica es importante, no supera las carencias intelectuales que surgen de la falta de estimulación mediante la lectura, y las desigualdades sociales en este aspecto son muy significativas y persistentes”, aseguran las autoras.
Como una forma posible –y sin costo más que el acceso a un dispositivo que tenga aplicaciones conectadas a internet– de combatir ese déficit y, al mismo tiempo, ganarles tiempo de uso a las pantallas, un grupo de pedagogas creó Había una vez, una serie de audiocuentos grabados, además, con acento argentino.
La propuesta, explica su creadora, Rocío Blanco, busca “fomentar la escucha y la imaginación a través de su colección de cuentos en formato audible. Y aunque están disponibles en plataformas digitales, no implica necesariamente estar frente a una pantalla: los padres pueden reproducirlos desde sus celulares y dejar simplemente que los niños escuchen, sin necesidad de entregarles los dispositivos”, dice. “Los chicos solo tienen que enfocarse en escuchar y recrear en sus mentes cada uno de los relatos y personajes”, agrega.
Entre sus colecciones hay cuentos clásicos, como Los tres cerditos y Cenicienta, que permiten compartir momentos únicos, con historias conocidas por todos. Pero, además, semana a semana se suman títulos que hablan de temáticas diversas como la desigualdad, los miedos, las diferencias y las migraciones.
Por ejemplo, Esta es mi Familia ¿Y la Tuya? es una colección que pertenece a la Librería de Mujeres Editoras, en la que sus cuentos hablan de una manera natural sobre las familias diversas: dos mamás, dos papás, o una familia en la que el único adulto es la abuela. La colección No Quiero Ser Princesa está compuesta por una serie de cuentos escritos desde una perspectiva de género; sus protagonistas son niñas que no sueñan con pertenecer a la realeza, sino con tener profesiones como matemáticas o astronautas. Y, por último, Fuera del Cuadrado habla de cómo tenemos que animarnos a salir de nuestra zona de confort.
Los cuentos están disponibles de manera gratuita en plataformas digitales de audio como Spotify, Deezer, Amazon Music, Apple Music y Claro Música. También tienen una cuenta en Instagram, una app en Play Store, una página web y en YouTube, donde están los cuentos sin animación, para que los chicos no vean la pantalla y solo se dispongan a escuchar. “La premisa de los audiocuentos es que la escucha del niño, lejos de ser pasiva, crea imágenes mentales que ponen en funcionamiento su imaginación y su emocionalidad”, agrega además la psicóloga Julieta Río.