A última hora de ayer, confirmaron que el cuerpo sin vida de un hombre que había aparecido en las playas de Florianópolis es el de Javier Caballero (42), el turista argentino perdido hace una semana tras caer al mar junto a su hija Trinidad, de 7 años.
Debido al avanzado estado de deterioro en el que había aparecido el cuerpo, fue necesario esperar a que la identificación se hiciera a través de las piezas dentales del hombre, que dieron como resultado que se trataba de Caballero. Así lo confirmó el director del Instituto Médico Legal (IML), Rodinei Cassio Bricki Tenorio, al diario La Nación: “Luego de analizar las fichas odontológicas de Caballero para hacer el examen comparativo con un odontólogo forense, pudimos confirmar la identidad del cuerpo”, dijo el médico.
Durante la tarde de ayer, la familia -que aún está en Buenos Aires- había explicado que el reconocimiento resultaba muy difícil por el estado de deterioro en el que estaba el cuerpo. Caballero había viajado con Analía, su mujer, y sus hijas Candelaria (10) y Trinidad (7). De esta última, aún no se sabe nada.
El cuerpo apareció ayer en la playa Mozambique, a sólo 10 kilómetros de donde el hombre y su hija cayeron al agua. Estaba en tal estado de descomposición que los médicos forenses no pudieron hacer reconocimiento ni vía facial ni dactilar. Según trascendió, los bomberos que lo encontraron dijeron que tenía una camisa, que se pensó podía coincidir con la que Caballero usaba el viernes 22.
El hecho trágico se produjo el viernes 22, cuando Caballero y sus dos hijas salieron a caminar por la playa, donde se encontraban de vacaciones. Cerca de las nueve de la noche, al ver que no aparecían, la madre hizo la denuncia.
Tras el accidente, Candelaria, la hija mayor, pasó toda la noche sola en un morro entre las playas Santinho e Ingleses, donde habían ido a caminar y a sacar fotos, según le contó a su mamá, cuando su hermanita cayó en un pozo, y al no poder salir su papá se tiró a buscarla. “Estaban tomando fotos en piedras, y del otro lado estaba el mar. Sacan una foto y la nena (por Trinidad) se cae para el otro lado. Trini le decía ‘papá, papá, ayudame’. Y Javier, mi cuñado, le decía ‘Trini, ¿vos no podés sola? Bueno, esperame que ahí voy’. Era en una piedra tan grande que no se podía ver al otro lado qué había. Evidentemente era el mar”, explicó Greco ayer a los medios.
En shock. A Candelaria la encontraron unos pescadores recién a la mañana siguiente, sola y en estado de shock.
Murilo Jucenir Rego (31) –el pescador que la encontró– contó que la divisó cerca de las 7 de la mañana del sábado 23, sentada sobre unas rocas: “Otro amigo pescador nos avisó que había una niña en el morro, y cuando llegamos vimos a la criatura haciendo señas con las manos y pidiendo auxilio”. La familia, que vive en la localidad de Wilde, estaba en Brasil de vacaciones desde el 15 de enero, en una posada en la playa Ingleses.