Agustín Marrero tenía cinco años y murió el 7 de junio en su casa de Flores. El menor fue encontrado dentro de su habitación, inconsciente y con golpes en diferentes partes del cuerpo. Su padrastro, Leandro Sarli, quedo detenido por el hecho. Ahora, por decisión de la fiscal que entiende en el caso, la madre del niño, Bárbara González Bonorino quedó procesada por "omisión de cuidado", por no haber evitado la muerte del hijo.
Bonorino, de 30 años, fue procesada por "omisión de cuidado" por no haber evitado la muerte del hijo. Para la fiscal, la mujer priorizó la relación con su pareja, antes que el cuidado de su hijo.
La magistrada no efectivizó aún su detención, ya que deja espera a que el procesamiento sea confirmado por la Cámara del Crimen, según informa la agencia Télam.
El hecho ocurrió en un departamento del edificio de la calle Yerbal 2745, en el barrio de Flores, cuando, y según las constancias del expediente, Sarli golpeó a Agustín y le provocó la muerte. Al advertir lo que había hecho, el hombre llamó al SAME y dijo que el niño había sufrido las lesiones al caerse en la bañera. Sin embargo, la autopsia reveló que la víctima tenía el hígado destrozado como consecuencia de la golpiza.
La hermana de Agustín, de ocho años, fue testigo de la agresión y en una cámara Gesell relató a la Justicia lo que padeció su hermano cuando Sarli se enfureció porque se había colocado sus pantalones al revés. Según su relato ante los psicólogos, el hombre comenzó a golpear a su hermano y hasta lo tomó del cuello y lo colgó en el aire.
La muerte del menor desencadenó, además, un conflicto entre las autoridades educativas del gobierno de la Ciudad, y las docentes del jardín de infantes al que concurría al niño, a quienes sancionaron porque supuestamente no denunciaron los ataques a los que era sometido el alumno.