La periodista Cynthia García denuncia que el robo que sufrió el 7 de agosto en su PH en el barrio porteño de Palermo al que se mudó hace tan solo dos meses no fue un hecho de inseguridad aislado, sino una amenaza directa contra su persona.
Son varios los indicios que la llevan a esa conclusión: no se llevaron los 50 mil pesos que había en la vivienda (estaban a la vista en una caja que quedó encima de su cama); movieron de lugar la caja vacía del disco rígido externo que le sustrajeron; colocaron unos muñequitos de presidentes latinoamericanos como Néstor y Cristina Kirchner o Evita al otro lado de su living con un sobre suyo donde estaba escrito su nombre; la mayoría de los elementos robados corresponden a sus herramientas de trabajo; se llevaron anotadores manuscritos; y lo más significativo, dejaron un recorte de un diario Clarín con una publicidad: “Todas estas preguntas tienen respuesta”.
En declaraciones a Perfil, la columnista de Canal 9 aseguró que el trozo de diario no era suyo: “No estaba ahí, estoy segura, no tengo diarios viejos porque me mudé hace dos meses y yo Clarín lo leo por Internet. Yo te doy 100 por ciento de certeza que este papel no estaba”. El recorte lo descubrió un día después de denunciar el robo en la Comisaría 25, dado que tras llegar a su casa el domingo a la noche y descubrir el hurto, agarró toda la ropa que estaba tirada en el piso y la depositó en su cama para facilitar el trabajo de la policía científica. El lunes, cuando se dispuso a ordenar, encima de la caja de madera con bisutería lo descubrió.
García rechazó la hipótesis que tras descubrir la identidad del ladrón se pueda descartar que se trató de un simple robo: “Es ridículo, eso es al revés. No hay ninguna doctrina judicial o policial que sustente eso. Lo que dice la experiencia es que como el tipo estaba en libertad condicional son los que se usan como mano de obra”.
La expanelista de 6,7,8 aclaró que la información que se difundió del caso en la mayoría de medios de comunicación es el comunicado del Ministerio de Seguridad y no el expediente: “Al Estado no le interesa investigar el apriete”, afirmó, y puntualizó: “El robo es a consecuencia del apriete”.
“Se afanaron cosas pero no vinieron as robar. Lo que robaron fue un ‘peaje’, como se llama en la jerga. Hay un 100% de certeza que es un apriete”, indicó a este medio.
La periodista elogia el trabajo llevado a cabo por la Policía Federal pero sostiene que existe una intencionalidad de que el episodio trascienda como un robo común: “Ellos investigan el hecho material. Lo que tienen que investigar en base a los indicios y mis declaraciones es la amenaza. Están omitiendo todo lo que yo estoy diciendo pero yo soy querellante en la causa por lo que seguramente el lunes vamos a pedir declaración de indagatoria. La Fiscalía está omitiendo y no lo puede hacer. No es que yo soñé que con que me amenazaban, hay pruebas materiales”.
Consultada por este medio sobre si tiene alguna sospecha sobre quién pudo haber sido el autor intelectual del apriete, explicó: “No tengo la menor, por eso quiero que se investigue eso. Lo que sí estoy segura es que tiene que ver con mi trabajo. Y más seguridad me da el hecho de que se esté omitiendo”, concluyó.