La Defensora del Pueblo Adjunta de la Ciudad de Buenos Aires,
Graciela Muñiz,
denunció que el Gobierno porteño desoyó las alertas institucionales realizadas por
la entidad sobre las irregularidades en las colonias de vacaciones y que, a tres días de comenzada
la temporada 2007,
todavía hay graves irregularidades tanto en el trasporte como en el servicio de primeros
auxilios y la calidad de la comida.
El jefe de Gobierno,
Jorge Télerman, “dijo cuando asumió que iba a escuchar las alertas”,
recordó la funcionaria de Defensoría en diálogo con
perfil.com, para luego explicar que nada cambió desde los dos llamados de atención
anteriores: uno durante el verano de 2006 y el otro el invierno pasado.
Así, el relevamiento actual realizado por Muñíz indica que
el 90 por ciento de los micros que trasportan a los chicos a la colonia que funciona en el
Parque Sarmiento no tienen el número de habilitación correspondiente junto a la patente,
por lo que no se sabe si estas unidades fueron realmente habilitadas.
Además, en una situación que se extiende a todas las colonias de la Capital y que afecta
alrededor de
23 mil chicos anotados, la mayoría de los micros
tampoco cuenta con cinturones de seguridad, ni con las dos puertas delanteras para
el correcto descenso de los menores o la puerta trasera en funcionamiento.
“Hay una gran responsabilidad del gobierno en cuanto al trasporte”,
sentenció Muñiz, y apunto contra el ministerio de Educación y la subsecretaria de Deportes y su
secretario general,
Raúl Fernández, que
“se tendrían que encargar de controlar esto”.
Pero la movilidad no es el único punto que preocupa a Muñiz: la calidad de la comida llamó la
atención cuando detectaron que en el Parque Sarmiento
se entregó a los chicos unos alfajores sin fecha de elaboración ni vencimiento,
que además tenían un fuerte mal olor. “En otros polideportivos esos mismos alfajores tenían
vencimiento de 2007, lo que indica que es una partida vieja, sin refrigeración”, completó.
Finalmente, denunció que en las salitas de primeros auxilios de los centros vacacionales
sólo hay insumos básicos y faltan artículos ortopédicos como collares e
inmovilizadotes, jeringas y guantes descartables.