Luego de que el propio presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Eduardo de Montmollin, reconociera en una entrevista con la cadena CNN en Español que las formaciones CAF 5000 que se compraron en 2011 para que circularan por la línea B contenían piezas con asbesto, la polémica por la presencia de ese material cancerígeno en ese servicio público de transporte recobró vigencia. La Ciudad pagó 4,2 millones de euros al Metro de Madrid por la compra de 35 coches de segunda mano. Entraron en funcionamiento en 2013 y fueron retirados en 2018.
En este sentido, desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), uno de los tres sindicatos en los que se agrupan los trabajadores del subte, denuncian que actualmente circulan en el sistema de subtes porteños trenes con asbesto en la línea C, en las formaciones Nagoya y Fiat; y en la línea E, en los coches CAF GEE, originarios de España. Los gremialistas arribaron a esta conclusión luego de realizar estudios en diferentes piezas y componentes de esas formaciones que dieron resultado positivo. La línea B, en tanto, tampoco queda exenta de esta situación. A pesar de que los CAF 5000 fueron retirados de circulación en febrero de 2018, cuando se supo que las unidades adquiridas presentabas material contaminante, los análisis realizados en los trenes Mitsubishi –que también forman parte de la flota que circula en esa línea– dieron resultado positivo.
El asbesto o amianto es un mineral de origen natural que se presenta en forma de fibras y que fue ampliamente utilizado en la industria en todo el mundo debido a sus propiedades aislantes, hasta que hace un tiempo fue prohibido en algunos países, tras descubrirse que la aspiración de esas fibras podría afectar la salud.
“Los estudios fueron realizados por una geóloga especializada en asbesto de la Universidad Nacional del Sur en mayo de este año y aún estas formaciones siguen funcionando y transportando pasajeros. No fueron removidos, tal como solicitamos en su debido momento”, aseguró Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral del gremio de los Metrodelegados. “Además de los coches, este material está presente en los talleres Rancagua y Villa Urquiza de la línea”, agregó el referente gremial.
Según los metrodelegados, se encontraron vestigios de asbesto en las cabinas de los conductores y en el piso de los coches de la flota Mitsubishi que todavía circulan. También en diferentes piezas eléctricas y en la pintura (bituminosa) de las unidades. “Los Mitsubishi están infectados de asbesto. Tienen que ser removidos completamente. Consideramos que de no hacerlo se puede generar una verdadera crisis de salud pública. Además de afectar a los trabajadores, también puede ser perjudicial para los pasajeros”, afirmó de manera contundente Claudio Dellecarbonara, integrante del secretariado ejecutivo de la AGTSyP. Según fuentes sindicales, hasta el momento 11 trabajadores del subte presentaron problemas de salud tras los estudios realizados a 180 empleados que estuvieron en contacto directo con piezas recubiertas de asbesto o amianto. Si bien no son casos de cáncer ni asbestosis declarados, los empleados sufrieron una reacción en la pleura. Una patología que se relaciona directamente con este mineral prohibido en el país desde hace dos décadas. Los datos fueron confirmados tanto por Metrovías, como por Sbase.
Trabajos. Respecto de los trabajos de “desasbestización”, desde Metrovías informaron que se implementó un Plan de Gestión Segura del Asbesto que apunta a retirar u ocluir los elementos contaminados de las formaciones. “El trabajo se está llevando a cabo en la Línea B a través de la empresa Borg Argentina, que está a cargo de la provisión de personal y equipamiento para la ejecución de las tareas”, señalaron desde la operadora del servicio. En este sentido, los trabajos se están llevando a cabo en un túnel de 65 metros de largo, por 3 de alto y 5 de ancho ubicado en la vía 4 del Taller Rancagua. Allí las formaciones ingresan divididas de a tres coches (triplas) y se puede desasbestizar un tren completo por semana. De todas maneras, y más allá de la comisión conformada tanto por Sbase, Metrovías, los gremios de trabajadores y otros organismos, los sindicalistas aseguran que no se está llevando a cabo.
En este sentido, los metrodelegados anunciaron para la semana que viene una serie de medidas de fuerza debido a la falta de respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad al reclamo de iniciar la compra de una flota completa de trenes libres de asbesto, además de “poner en marcha un plan de desasbestización”. De acuerdo con el plan de lucha diseñado por los gremialistas, para el lunes se prevé la apertura de molinetes en las estaciones de la línea B de 17 a 19.
Para el martes 22, en tanto, se abrirán los molinetes en las estaciones de la línea D, de 8 a 10. y de 17 a 19. Mientras que para el miércoles 23, se prevé un paro de actividades en las líneas B y D entre las 5.30 a 7.30.
En la mira
◆ La Ciudad compró en 2011 35 unidades modelo CAF 5000 al Metro de Madrid. Pese a saber que sus componentes podían tener asbesto, no lo confirmaron. Pagaron 4,2 millones de euros por el total. Eran para utilizarlos en la línea B.
◆ Comenzaron a circular en 2013 y en febrero de 2018 los retiraron del servicio. Aún circulan unidades Mitsubishi que los metrodelegados denunciaron que también tienen componentes con ese material cancerígeno.
