SOCIEDAD

Denuncian que Macri dejó el Pasaje Gardel a los trapitos

Desde organizaciones vecinales hablan de “desidia y abandono” en la zona del Abasto. Fotogalería. Galería de fotos

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| Org. Defendamos Buenos Aires

Las organizaciones de vecinos Defendamos Buenos Aires y Malditos Parquímetros criticaron con dureza al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por los trapitos que se asentaron en el turístico pasaje Carlos Gardel del barrio del Abasto, contra quienes realizarán, la semana próxima, una presentación judicial.

Javier Miglino, abogado y titular de Defendamos Buenos Aires, explicó que la semana que viene se realizará la presentación judicial de rigor “ante la completa desidia y el abandono del Gobierno de Macri, de los Ministerios de Diego Santilli de Espacio Público y de Guillermo Montenegro de Seguridad y especialmente del Jefe de la Policía Metropolitana Eugenio Burzaco, que delineó como primer objetivo de la nueva fuerza policial: luchar contra la mafia de los trapitos”.

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Según Miglino, a su organización llegaron cientos de correos de vecinos que remarcan “la impunidad y el patoterismo de la mafia de los trapitos que ha tomado por asalto el precioso Pasaje Carlos Gardel entre las calles Anchorena y Jean Jaurés, detrás del shoping y en pleno barrio del Abasto. El abogado aseguró que al no haber policía en la zona los trapitos convirtieron “ese pasaje peatonal en su propia playa de estacionamiento”.

Miglino destacó, además, que las vacaciones de invierno complicaron el panorama. “A pesar de estar prohibido el estacionamiento en el lugar concurren al shopping muchos turistas que vienen del interior y que no sólo son obligados a pagar 30 Pesos por la estadía sino que al regresar se encuentran con multas del Gobierno de la Ciudad que los sanciona por estacionar en una zona peatonal y de recreo”, expresó.

Miglino denunció además que los conos metálicos fueron destruidos, que los cestos de basura suelen ser golpeados por los autos, que los contenedores se estacionan en la zona durante siete días, que muchos carteles turísticos han sido robados y que “hasta la estatua de Gardel corre peligro con cada taxi que pasa aprovechando los nulos controles para cortar camino desde Jean Jaurés hacia Anchorena”.