SOCIEDAD
el negocio de la droga

Detectan cien puntos narcos en plena Ciudad

El trabajo fue realizado por una ONG y corroborado por un fiscal porteño, quien abrió una causa y pidió que se investigue a los policías que trabajan en los barrios señalados.

San Telmo. En Perú al 700, detectaron otro puesto de venta.
| Marcelo Silvestro

A la vista de todos. Pero en la oscuridad. Después de una larga tarea de recolección de datos y de una investigación preliminar realizada por la fiscalía, se comenzará a investigar la comercialización de droga en cien puntos de la Capital Federal. Kioscos, comercios, boliches y domicilios particulares que buscaban pasar inadvertidos esconden un negocio narco que ahora quedó al descubierto.

La denuncia fue realizada hace un año por la ONG La Alameda. Después de una investigación preliminar encabezada por el titular de la Fiscalía Nº 6, Federico Delgado, se corroboraron los datos y se inició una causa judicial que buscará dar con los principales responsables del negocio. Según las fuentes, el expediente quedó a disposición del juez Norberto Oyarbide.

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“La connivencia policial es el plano más fuerte para investigar, porque no es sencillo vender drogas por tantos lados y que nadie se de cuenta”, destacó el fiscal a PERFIL. En su dictamen, Delgado pide “no desmembrar la causa en una infinidad de expedientes aislados”, porque llevaría a “desperdiciar la oportunidad de comprender la trama de la narco-criminalidad” en la Ciudad.

Los cien puntos están distribuidos en distintos barrios de la Capital, pero las mayores denuncias se registran en Caballito (18), Almagro (12), Balvanera (11), Liniers (10) y Recoleta (9). Y los rubros en donde se esconde este negocio ilegal es de lo más variado. Por ejemplo, hay un puesto de diarios que, entre las páginas noticiosas, comercializa droga. También figuran supermercados (Junín 600), bares (Oliden y Rivadavia), pizzerías (Carhué al 700) y boliches (Alsina al 900). “Con esta denuncia mostramos que existe una proliferación de este negocio en barrios de clase media y media alta en los que se aseguraba que no había distribución y venta de cocaína y paco”, destacó a este diario Gustavo Vera, titular de La Alameda.

“Las ventas se realizan en aparentes whiskerías que en realidad son narcoprostíbulos; otras son casas usurpadas que reciben la protección de la policía de la zona”, apunta.

Del centenar de puntos de venta, el 53% se desarrolla en la vía pública. Le siguen los narcoprostíbulos (24), comercios (12) y aguantaderos (11). 

“Entre los domicilios no pareciera que exista una relación, por lo que no se puede hablar de una banda, sino de varias. En cambio, habría que pensar si la tolerancia policial es un comportamiento aislado de las comisarías o responde a un plan más general”, analiza el fiscal y completa: “Poner fin a la venta de drogas constituye un problema de varias dimensiones, el penal es uno de ellos, pero el cultural es fundamental porque mientras la gente quiera droga existirá el negocio”.