Ramón Maldonado, un remisero cordobés, fue contactado para realizar un viaje en la ciudad de James Craik, sin embargo, ese sería su último destino, ya que tres menores lo golpearon, lo asfixiaron y se deshicieron de su cuerpo. Los atacantes tenían 13, 14 y 17 y dos de ellos se encuentran en libertad.
Los adolescentes tiraron el cuerpo de Maldonado en una zona rural y se llevaron su camioneta Renault Kangoo. En el vehículo robado fueron a hacer compras y siguieron su camino hasta que chocaron en Santiago del Estero donde fueron capturados.
Los tres agresores quedaron arrestados en un centro de tratamiento para menores, por orden de un fiscal, pero luego los dos más chicos fueron liberados. “Quiero que estén en la cárcel hasta el día de su muerte”, pidió Paola, la hija de Ramón, en diálogo con TN.
Paola relató que a su padre lo mataron en octubre y que en diciembre los menores estaban en libres y que ella se enteró recientemente porque nadie les avisó. “Nuestros derechos como víctimas fueron atropellados. Nunca nos llegó nada por escrito, nada oficial”, denunció.
“Sabemos que el más chico, de 13, está viviendo en la localidad de Laguna Larga. Y el del medio, de 14, vive en Villa María”, detalló Paola.
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El joven de 17 años es el único que continúa arrestado y está imputado por el delito de homicidio criminis causae, que implica asesinar para cometer otro delito. El juicio en su contra todavía no tiene fecha de inicio.
Esa noche alguien iba a morir “no importaba quien”
La ciudad de James Craik tiene poco más de 5.000 habitantes y el azar se repartió entre los pocos remiseros que se acercaron al lugar. Los jóvenes eligieron un número telefónico y la tragedia apuntó a Ramón Maldonado.
“Algunos remiseros colegas ese mismo domingo recibieron una llamada”, relató Paola, entendiendo que le pudo haber tocado a cualquier otro. “Salieron a matar y no importaba a quien”, concluyó.
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