Es uno de los emblemas de la educación pública de la ciudad. Sin embargo, la actualidad encuentra al Instituto Félix Fernando Bernasconi muy lejos de las épocas de brillo: desde hace más de cuatro meses están paralizadas unas refacciones y el inmueble y su entorno lucen abandonados.
Donde antes había un sector parquizado, ahora se puede ver un obrador vacío, chapas oxidadas, escombros, basura, y de una terraza cuelga todavía un tubo de unos 50 metros de largo por donde los obreros arrojaban desperdicios de mampostería. En el interior de la escuela, la escena no es muy distinta: patios con baldosas levantadas, filtraciones y hasta una escalera clausurada.
La situación genera incertidumbre y preocupación. “Una obra abandonada en una escuela donde concurren más de 4 mil alumnos representa un peligro latente. La empresa se fue de un día para el otro y nadie explicó nada ”, aseguró Héctor Hussein, vicepresidente de la Asociación Cooperadora Félix Bernasconi.
Según pudo averiguar PERFIL, las obras consistían en el cambio de todo el sistema de calefacción, la impermeabilización de terrazas y patios y el reemplazo de toda la carpintería metálica. Las trabajos eran llevados adelante por la empresa Cunumi, con un presupuesto de 13,7 millones de pesos.
Poco de ese plan se cumplió. Desde el Ministerio de Educación porteño explicaron que la empresa retomaría en breve las obras y que los trabajos estarán finalizados en marzo de 2015. Según Carlos Regazzoni, subsecretario de Gestión Financiera de esa cartera, “Cunumi tuvo problemas financieros que repercutieron en las tareas”. Y agregó que otro factor que influyó fue la falta de coordinación entre las autoridades del Bernasconi y la constructora. “La idea era que los alumnos fueran ocupando aulas modulares a medida que se realizaban los trabajos. Pero nunca se logró ese timing”, agregó.
PERFIL intentó comunicarse con los responsables de Cunumi, pero no obtuvo respuesta. La empresa también tenía a su cargo la construcción de un jardín y una escuela media en el barrio Piedrabuena.
