El “boom turístico”: no todo lo que brilla es oro

Si bien los organismos oficiales aseguran que la Argentina es un “ boom turístico”, no todo lo que brilla es oro. En contraposición al crecimiento sostenido del mercado que señala la Secretaría de Turismo de la Nación, cada vez son más los asaltos que tienen a turistas como blanco, y muchos de los visitantes que debieron pasar por el aeropuerto de Ezeiza en épocas de conflicto gremial aseguraron, después de sobrevivir varias horas varados sin la menor atención de las empresas aéreas, que nunca más pisarían suelo argentino.

El informe del organismo oficial es contundente: el mercado turístico crece a un ritmo sostenido de alrededor del 11 por ciento anual, 4 .400.000 personas arribaron al país durante el 2007 por placer o negocios, el tiempo de estadía promedio de cada visitante fue de 13,5 días y gastaron alrededor de 98 dólares por jornada.

Sin embargo, los estudios que realizó el Gobierno -y que publicó la revista Debate- no tomaron en cuenta los crecientes casos de asaltos a extranjeros, los conflictos en Ezeiza y el resonante escándalo por el robo de valijas en el aeropuerto internacional Ministro Pistarini.

Crecen los robos a turistas. Durante la mañana de hoy, tres delincuentes asaltaron un hotel del barrio porteño de Monserrat, donde atacaron a golpes a un turista y maniataron al conserje, para robar dinero que había en cuatro cajas de seguridad del establecimiento. Y este es sólo un ejemplo.

Entre los casos que recorrieron el mundo, se encuentra el robo a Barbara Bush, una de las hijas del presidente de Estados Unidos, el 20 de noviembre de 2006 en el barrio de San Telmo. A la muchacha le robaron el bolso y el teléfono celular. Pro aquel entonces, el caso preocupó tanto a Subsecretaría de Turismo porteña como a las autoridades nacionales por la imagen negativa que se mostró de la Argentina.

Varados en Ezeiza y sin valijas. Los turistas se vieron además afectados por los conflictos gremiales en Ezeiza. El último, ocurrido el sábado 12 de enero, d ejó anclados en el país a más de 3.000 viajeros como consecuencia de la cancelación y la demora en los vuelos. La empresa, además de no llegar a un acuerdo con los trabajadores, no atendieron las necesidades de los visitantes, que indignados rompieron mostradores de la aerolínea.

El robo de equipaje fue otro de los inconvenientes que gran cantidad de visitantes que ingresaron al país debió sufrir. Según un informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria fechado en octubre del año pasado, durante el 2007 hubo, por lo menos, un robo diario. Más de la mitad de los casos ocurrió en el área de manejo de equipajes.