El calor mató 12 toneladas de peces en Lobos

Miles de peces de la laguna del partido bonaerense de Lobos fueron hallados muertos producto del calor intenso, revelaron hoy fuentes de la municipalidad del distrito.

El jefe del Departamento de Recursos Naturales de la Comuna, Maximiliano Rinaldi, dijo a DyN que "doce toneladas de diferentes especies, principalmente de pejerrey, fueron retiradas del agua".

El funcionario sostuvo que "siete toneladas fueron extraídas por una cuadrilla municipal, mientras que otras cinco fueron retiradas por empleados de dos campings privados".

Precisó que "los peces muertos fueron cargados en bolsas, que fueron enterradas luego en el basural de Lobos", partido ubicado a unos 100 kilómetros de la Capital Federal.

Rinaldi especificó que "el nivel de altura la laguna es de 1,30 metros" y resaltó que "lo normal es que esté entre 1,60 y 1,65".
"En la tarde del miércoles, vimos los primeros 40 o 50 ejemplares muertos a causa del calor intenso y la poca cantidad de agua", puntualizó. Por su parte, el intendente de Lobos, Gustavo Sobrero, manifestó al canal de cable Todo Noticias (TN) que "la sensación térmica superó los 40 grados de sábado a jueves" en la zona, donde "no hubo lluvias periódicas".
"El calor hizo proliferar una especie de alga que ingresó en las agallas de las especies y provocó la mortandad", concluyó Sobrero.

En tanto, el secretario de Gobierno de Lobos, Javier Guarnerio, dijo a esta agencia que la municipalidad "sembró dos millones de huevas a principios de este año".   "La gente estaba muy contenta con el pique que había de pejerreyes, sabalitos y bagres", resaltó.

A su turno, el secretario general del Club de Pesca de Lobos, Ricardo Petraglia, detalló en declaraciones a la prensa que "un desperfecto en una compuerta ubicada en la desembocadura de un arroyo" pudo haber contribuido a la mortandad.

Petraglia dijo estar "apesadumbrado" por el hecho porque el Club, junto a la municipalidad, procuraban afianzarse como lugar de pesca de pejerrey en el circuito turístico bonaerense para el invierno próximo.

"Murieron casi todos los animales de unos 25 centímetros, que iban a estar plenamente desarrollados para la temporada fuerte del año que viene", se lamentó.
Por último, consideró que "se perdieron unos cuatro años de trabajo", durante los cuales, con el "apoyo" del gobierno bonaerense, "se sembraron diez millones de huevas".