No sólo la efervescencia política y la pelea campo-Gobierno contribuyó a la revitalización de las pegatinas de afiches en la ciudad de Buenos Aires, también el deporte aportó su granito de arena con reclamos y cargadas de diverso tipo, en un 2008 lleno de afiches de todo tipo.
Los primeros en romper el hielo fueron los hinchas de River que salieron con las cargadas de punta cuando el eterno rival, Boca, quedó eliminado de la Copa Libertadores a manos del Fluminense, en el primer semestre del año. "Me rio de Janeiro" y "Qué FLUstración", eran algunas de las frases para chicanear al xeneize.
Luego, los dirigidos por Simeone se consagraron campeones del Clausura y levantaron su copa número 33. Los afiches no tardaron en llegar: una panera y una bandeja de torta vacía, 33 de envido son mejores y un paciente de Boca atendido por un médico de River que le pide "Diga 33", fueron los mensajes con los que los millonarios cerraron un semestre perfecto.
La revancha bostera. Como enseña el saber popular, "el que ríe último, ríe mejor". Y Boca, después de soportar la jarana de River, cantó revancha. Tras ganar el superclásico como visitante con un cabezazo certero del pibe Lucas Viatri, las paredes fueron el lienzo elegido por la hinchada boquense. Se hizo hincapié en la paternidad futbolística que marca el historial porque el partido se jugó justo un día de la madre, en el último puesto de River en la tabla de posiciones y también en el cabaret xeneize que se mudó a Núñez al finalizar los 90 minutos de juego.
River quedó en un histórico último puesto y Boca, como se esperaba, desplumó a las gallinas con el cartel "Emo, Flogger, Loser", en el que el loser (perdedor) tenía puesta la camiseta millonaria.
Luego llegó la polémica y, tras perder con San Lorenzo, Tigre acusó a Julio Grondona, presidente de AFA, y al canal TyC Sports de orquestar el sorteo a favor de Boca. Los afiches fueron contundentes. Al final, Boca se consagró campeón y volcó toda la alegría en la paredes. Con ironías aRiver, Tigre y San Lorenzo, los xeneizes festejaron a lo grande su campeonato 23º.
La discordia de la Davis. En el tenis también hubo polémica en forma de afiches. La final de la Copa Davis que se jugó en Mar del Plata no sólo trajo el sabor amargo del fracaso, también generó varias protestas debido a los millones que el gobierno bonaerense deDaniel Scioli gastó en acondicionar todo para la serie clave. Alrededor de unos 35 millones de pesos por tres días de partidos. Barrios de Pie pegó el grito en el cielo y desplegó carteles denunciando el garrafal gasto, equivalente al presupuesto de siete años en Salud para todos los marplatenses.
(*) Redactor de Perfil.com