"Yo había avisado desde la estación anterior que los frenos estaban funcionando mal, pero me dijeron: 'Seguí, seguí que te falta sólo una', y entonces yo seguí”, se lamentaba Marcos Antonio Córdoba cuando llegó a la guardia de la clínica Fitz Roy.
Ayer, al cierre de esta edición, fue liberado tras prestar declaración indagatoria por el accidente. Según fuentes gremiales, el conductor reiteró ante la Justicia lo mismo que dijo cuando arribó a la guardia médica.
Además, agregó que trató de accionar los frenos dos veces sin éxito y que tiempo antes había alertado a otros maquinistas sobre el estado de las formaciones.
Después de la indagatoria, el fiscal Delgado se opuso a la excarcelación, pero el juez Bonadío decidió que puede volver a su casa, aunque sigue siendo investigado penalmente.