El tema se comentaba con preocupación pero por lo bajo en los pasillos de tribunales, juzgados y fiscalías del partido bonaerense de Morón. Si bien los hechos eran muy violentos, no llegaban a ser trágicos. Entre los vecinos, la alarma se pasaba de boca en boca, pero fue el secuestro del padre de Carlos Tevez el caso por el que la modalidad tomó estado público.
El hecho ocurrió el 29 de julio pasado a metros de la Autopista del Oeste, a la altura de Haedo, partido de Morón.
Esa mañana, Raimundo Segundo Tevez circulaba en su camioneta Dodge Journey negra cuando los ladrones lo interceptaron sin saber que se trataba del padre del futbolista de la Juventus de Italia.
Luego de algunos metros, lo soltaron, pero advirtieron quién era cuando vieron la cédula verde y volvieron a capturarlo.
Estuvieron horas conduciendo con el rehén por la zona hasta que llegaron a un acuerdo con uno de los hermanos del delantero, que dirigió la negociación, siempre en contacto con el delantero del seleccionado argentino.
Hubo cerca de diez llamadas extorsivas. En la primera comunicación, los delincuentes exigieron un rescate de 4 millones de pesos. Finalmente, aceptaron por 400 mil pesos. A esa altura estaban acorralados y los medios seguían el caso de cerca. Tras el pago del rescate, lo liberaron en cercanías al barrio Fuerte Apache, para alivio de toda la familia del jugador.