Miguel Ángel Porro piensa en dejar la docencia después de haber estado en terapia intensiva por tomar una botella de agua envenenada por una de sus alumnas. “Es como hablar en el desierto”, se sinceró.
En conferencia de prensa, el docente del Colegio Comercial número 13 de Ballester aclaró que no tiene “ninguna animosidad” contra la joven que introdujo veneno para ratas en su botella. “Es una niña que tiene un hogar destruido, una conducta que no corresponde a su edad y que está muy conflictuada”, contó.
Cuando fue consultado sobre su estado de salud, el profesor de Construcción Ciudadana dijo estar “contenido desde lo clínico” pero “muy mal desde lo emocional”. Allí, reconoció: "Estoy pensando seriamente en dejar la docencia, porque es como hablar en el desierto".
El profesor pidió debatirse cual es el rol que hoy tiene la educación en la sociedad. “La materia que dictaba en ese colegio apunta precisamente a lograr que los chicos comprendan el respeto por el otro, los derechos humanos, las normas jurídicas y sociales", explicó. “Tiene como objetivo que los estudiantes se formen como ciudadanos", afirmó.
En esa línea, Porro reflexionó que hay que "cuestionamiento a qué está pasando en el sistema educativo, cuál es nuestro rol y de qué manera se puede solucionar".