El escritor argentino Tomás Eloy Martínez le ganó hoy un juicio al represor Antonio Bussi, quien lo había demandado por llamarlo, en un artículo periodístico, "tiranuelo de Tucumán" y "feroz exterminador".
La decisión de primera instancia fue confirmada por la Sala "C" de la Cámara Civil al desestimar un resarcimiento económico reclamado por Bussi al escritor.
Los jueces Beatriz Cortelezzi, Omar Díaz Solimine y Luis Álvarez Juliá ratificaron el fallo dictado por Daniel Alioto, quien había rechazado la demanda por 100 mil pesos entablada por el ex gobernador tucumano de la dictadura.
Bussi fue calificado también como "maniático de la limpieza" y "feroz exterminador de disidentes" en un artículo escrito por Martínez en el diario La Nación, en el que narraba la expulsión a Catamarca de mendigos tucumanos.
En la nota, el autor señalaba que el ex gobernador de facto "debía sentir envidia del poder de Dios, en sus exterminios de mendigos o de locos de 1977".
El artículo añadía que Bussi "impartió aquel invierno...la orden de recoger a todos los mendigos de Tucumán en un camión militar y arrojarlos en los descampados de Catamarca", previamente a una visita a la provincia de Jorge Rafael Videla.
Los camaristas civiles entendieron que la nota fue "la expresión literaria más que periodística pura, la historia novelada o lo que comúnmente denominamos el género de la novela histórica y contiene los componentes y las licencias propias de tal modo de expresión".
Los tres jueces remarcaron que "las personas públicas se han expuesto voluntariamente a un mayor riesgo de sufrir perjuicio por noticias difamatorias", pero también "tienen un mayor acceso a los medios periodísticos para replicar las falsas imputaciones".
Bussi negó su responsabilidad en la expulsión de los indigentes, y aseguró que cuando tomó conocimiento del hecho "ordenó la restitución de los mendigos en el avión personal del Gobernador, instó la investigación de los responsables del hecho y destituyó y sancionó al Jefe de la Policía Provincial".
Sin embargo, los jueces subrayaron que "resulta llamativo que en su calidad de Interventor Gobernador y a cargo del Comando de Subzona 32 de la V Brigada de Infantería del Ejército y
dependiendo de él la Jefatura Central de Policía el actor hubiera podido ignorar -en zona militarizada- el suceso que tanto censuró".
