SOCIEDAD
fallo judicial sin precedentes

Embargan por $ 70 mil a un alumno por una falsa amenaza de bomba en su escuela

Un joven de 16 años llamó al 911 denunciando un explosivo en una escuela porteña. Para el juez, hubo intención directa de causar daño. Galería de fotos

BARRACAS. El Normal Nº 5 perdió más de 40 días de clase en 2015 por falsas amenazas.
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Eran las 8.33 de la mañana cuando el alumno T.F.M. (se mencionan sus iniciales porque es menor de edad) tomó su celular y decidió hacer un llamado anónimo al 911 alertando sobre una falsa amenaza de bomba en la escuela técnica a la que asistía, en el barrio de Villa del Parque. El pensó que era un chiste, una broma más, una falsa alarma de las tantas que venía recibiendo su escuela. Pero no. Su caso llegó a la Justicia y, en un fallo inédito, el joven de 16 años fue procesado y embargado por 70 mil pesos.

La resolución del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 8, a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi, se basó en el artículo 211 del Código Penal y estipuló una sanción económica por la “maniobra delictiva” del joven, que originó “un gran despliegue innecesario ante una amenaza que resultó ser una farsa”.

La medida judicial llama la atención ya que, según datos oficiales, en lo que va del año hubo unos 240 casos de amenazas en 56 colegios porteños, y por lo general, este tipo de acciones –protagonizadas por menores– quedan en la nada (ver aparte).

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Según consta en el expediente, al que tuvo acceso PERFIL, el adolescente había llamado el 18 de noviembre de 2015 al número de emergencias 911, avisando de un supuesto explosivo en la Escuela Técnica Nº 24 “Defensa de Buenos Aires”, donde estudiaba. Lo hizo con un teléfono celular –a través del cual luego pudieron ser identificados sus padres, titulares de la línea–, y por la amenaza se debió evacuar el edificio y movilizar a la brigada de explosivos, “provocando una turbación en el desenvolvimiento pacífico de la actividad estudiantil”.

A raíz del incidente se inició una investigación en la que participó personal de la Comisaría 47ª. Se rastreó la llamada, se constató que era de un celular, se comprobó que en esa dirección vivía una familia con dos hijos –uno de ellos alumno de la escuela–, realizaron un allanamiento en la casa y secuestraron el aparato. A partir del registro de la compañía celular se comprobó que desde esa línea había salido un llamado al 911 en esa fecha. Entonces el alumno fue llamado a indagatoria, y confesó. “No quise asustar a nadie, fue sólo un chiste”, dijo.

Sin embargo, desde el juzgado se mostraron terminantes. “Considero que haber informado falsamente y de modo anónimo esto, eligiendo un medio apto para infundir temor o alarmar, establece la intencionalidad que tuvo M. para realizar dicho acto(...) encuadrando así en un delito doloso, específicamente de dolo directo”, dice la resolución judicial.

En el fallo se agrega que el joven “no resulta capaz de quebrantar las probanzas (…) y mucho menos argumentar su ignorancia de las consecuencias”, como la obstaculización de una de las vías de acceso al 911 y el traslado de fuerzas de seguridad “que podrían retrasar su accionar ante una real amenaza”.

Una costumbre. Si bien no quisieron hacer referencia a este caso en particular docentes y alumnos de esta escuela de Villa del Parque, contaron a PERFIL que durante el último trimestre de 2015 sufrieron alrededor de 17 llamados al 911 por supuestas amenazas de bomba, especialmente en época de exámenes. Finalmente, una notificación de la Ciudad indicó que, de continuar los casos, las clases se extenderían durante las vacaciones de invierno.

Las autoridades explicaron que los alumnos que pudieron ser identificados fueron expulsados o instados a realizar actividades extracurriculares a modo de sanción. Además, la Policía Federal dispuso una vigilancia especial en la cuadra, por las reiteradas evacuaciones –que interrumpen las clases unas dos horas– y en las que se moviliza a bomberos, la división antiexplosivos, ambulancias y efectivos.

 

Deberán recuperar clases perdidas por llamados

Durante el año pasado se registraron unas 191 amenazas de bomba en las escuelas de la Ciudad. En lo que va de 2016, esa cifra ascendió a 240 episodios.

Hace un mes, los padres de alumnos de la Escuela Normal Nº 5 de Barracas salieron a protestar para denunciar las constantes amenazas, que obligaban a alumnos y profesores a repetir el protocolo de evacuación y perder clases. El año pasado, ese establecimiento perdió más de 40 días de clases por esas falsas amenazas. Lo mismo ocurrió en colegios de San Telmo y La Boca.  

Lo que empezó como algo focalizado se extendió a unos 56 colegios en la Ciudad. Según indicó a PERFIL la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, la situación preocupa a las autoridades, que iniciaron medidas como instar a la Justicia Federal a acelerar los tiempos en esas causas e impulsar un mayor diálogo con las familias.

Además, se informó a las escuelas que registraron estos episodios que deberían recuperar las horas de clase perdidas, medida que aún no se implementó.

“En mayo de este año había escuelas que ya llevaban 20 días perdidos, lo que afecta la  la continuidad educativa. El problema es complejo, porque a los chicos la escuela no les inspira respeto, o no están contenidos y apelan a esto”, señaló Acuña.