Cuando se divorciaron, jamás imaginaron que se estaban separando de sus esposas y también de sus hijos. Lo que empezó siendo una separación de común acuerdo, se transformó en una pesadilla de discusiones, de citas con abogados y audiencias en los juzgados. Muchos padres viven alejados de sus hijos, porque la madre que ejerce la tenencia no se los deja ver y hasta hay denuncias y causas por abuso de por medio, que algunas veces son reales pero otras no. “Mi hijo va a cumplir cuatro años y hace tres que no lo veo. Quiero estar con él y criarlo, pero la Justicia me lo impide porque me acusan de infamias”, aseguró Horacio Gonçalves.
Los primeros seis meses luego de la separación pudo verlo, pero luego las cosas cambiaron. Su ex mujer se mudó sin decirle a qué lugar y cuándo se enteró dónde se había llevado a su hijo, le decía que no estaba. Así pasaron tres años en los que “se judicializó la vida de todos”, con una causa de violencia familiar que el juez desestimó. “Yo tengo a mi hijo desaparecido, porque los jueces permiten que esto pase. No es un problema de leyes, sino de interpretación”, sostuvo.
Como él hay muchos otros hombres que reclaman una ley de tenencia compartida, para sentirse en igualdad de condiciones ante la Justicia luego de una separación. El 99% de las tenencias queda en manos de las madres, que muchas veces deben salir adelante solas por la falta de la presencia emocional y económica del padre, pero algunas otras ponen a sus hijos como botín de una batalla de venganzas y reproches.
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