SOCIEDAD
via plataformas como airbnb y en redes sociales

En Moscú, hay ‘reventa’ de alquileres por el Mundial

Denuncian que les cancelan las reservas y luego los ofrecen con precios hasta cinco veces más caros. Qué conviene tener en cuenta.

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‘Se alquila’. El colombiano Didier Urrego armó un hostel en su departamento. Y hasta ofrecen carpas por US$ 11 la noche al aire libre. | cedoc

El Mundial ya está a la vuelta de la esquina, y a los veinte mil argentinos que, se estima, irán a la apertura de los partidos en Moscú se les puede complicar si no se tienen en cuenta algunas reglas básicas a la hora de alojarse. Con los hoteles –la opción más sencilla y segura– casi llenos y tarifas astronómicas para lo que queda, los que se deciden a último momento optan por departamentos privados –muchos se ofrecen a través de grupos de Facebook o, directamente, vía Whatsapp, o a través de perfiles en plataformas como Booking o Airbnb creados hace poco tiempo– o hasta carpas al aire libre, aunque suene increíble.

Es que muchos argentinos que ya reservaron denuncian que, como el sistema de Airbnb lo permite –porque el monto de dinero se cobra una vez terminada la estadía, y no antes–, les cancelan las reservas y luego esos mismos alojamientos aparecen publicados con las tarifas más caras. La explicación es simple: como todo está agotado pero aún hay una alta demanda, el mismo departamento, en el mismo día, se ofrece con el doble de precio. Las tarifas en espacios sin lujos pueden ir desde US$ 1.150 por noche, o hasta US$ 3 mil durante el mes del Mundial, cinco veces más caro de lo que costaría fuera de esa fecha.

Irse de casa. En redes sociales y sitios como Avito.ru, Reality Yandex y Cian.ru, donde la gente publica para no pagar la comisión de Airbnb, muchos ofrecen  sus propios departamentos para hacer una diferencia económica. Ekaterina Volkova –no es su nombre real, porque las autoridades rusas no permiten subalquilar departamentos (ver aparte)– vive en un monoambiente cerca del centro, que alquiló por veinte días a un grupo de argentinos por US$ 4 mil. En ese tiempo se irá a vivir con sus padres, y con el dinero viajará por el Amazonas. “Es mi sueño a cumplir”, dice. Didier Urrego, un publicista colombiano que vive en Moscú desde hace cuatro años, armó en su departamento una especie de “hostel” y en un grupo de WhatsApp ayuda a coterráneos a alquilar en Rusia. “Con lo que saco durante el Mundial me iré tres meses a Málaga con mi mujer”, cuenta.

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En carpa. Otra modalidad llamativa que surgió con la Copa del Mundo es el alquiler de “espacio público más carpa” para pasar la noche. Por US$ 50 se puede conseguir lugar en estadios cerrados para alojarse. Y por US$ 11 se consigue una carpa, pero sin reserva de espacio. En ciudades como Nizhni Novgorod –donde Argentina juega su segundo partido el 21 de junio– hay muy poca oferta de hospedaje, por lo que estas ideas proliferan ante la alta demanda. En un hostel, un argentino consultado reservó una habitación en diciembre pasado por US$ 1.200 las dos noches, valor que no existe fuera de las fechas del Mundial.