El encuentro se desarrolló del 5 al 8 de octubre en el marco del “X Modelo de Naciones Unidas” y tuvo lugar en la Universidad del Museo Social Argentino. A cada joven le tocó representar a un país y exponer su problemática, para lo cual que cada uno de los estudiantes se empapó de los tópicos y costumbres de cada región. La institución convocante es miembro consultivo de la ONU por lo que las propuestas más destacadas se enviarán al CINU (Centro de Información para las Naciones Unidas) para una posterior evaluación en la sede de los Estados Unidos.
Pinta tu aldea. Las discusiones rondaron temas caros a la humanidad, por eso los estudiantes instaron a flexibilizar las reglas de pago de la deuda externa para los países en vías de desarrollo e impulsar el sistema de microcréditos. Manifestaron su preocupación por la delincuencia organizada internacional y promovieron la lucha contra el tráfico de personas, armas y drogas. Apoyaron el incremento de donaciones filantrópicas orientadas a investigaciones para la lucha contra el Sida, la malaria y otras enfermedades pandémicas infecciosas, entre las más destacadas.
En el simulacro del Consejo de Seguridad, planteada la guerra por los ensayos atómicos de Corea del Norte como situación de crisis, los países aliados declararon su interés en un posible futuro reestablecimiento de las inversiones dentro del territorio norcoreano a fin de posibilitar una mayor apertura de su mercado mientras que Corea se comprometió a cesar en las hostilidades.
Conciencia local, acción global. El resultado del encuentro se reflejó en las resoluciones redactadas por los disertantes. Así, y según los organizadores, en dichas resoluciones se vislumbra, más allá de representación que hicieron los alumnos de los países que representaban, anhelos propios y el reclamo por una solución pacífica de los conflictos más polémicos de actualidad.
En el acto de clausura del simulacro estuvieron presentes Alberto Sileoni, ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y Lía María, ministra de Espacio Público de la ciudad de Buenos Aires. Sileoni opinó que la actividad sirve para demostrar que muchas veces los mayores critican a la juventud y los sermonean poniéndose como ejemplos pero que, aunque los modelos hayan cambiado, hay muchos chicos interesados en participar y trabajar para el cambio.