SOCIEDAD

Exclusivo Perfil.com | El joven que mató a Kevin Sedano rompe el silencio

Eduardo Sukiassian atropelló al adolescente en 2002: "Estoy cansado de que me llamen asesino". Qué pasó esa noche, cómo vivió estos años y el mensaje a la madre.

Mientras Viviam Perrone mantiene su lucha desde Madres del Dolor, Sukiassian asegura que ya cumplió su condena.
| Cedoc

Eduardo Alexis Sukiassian tenía 20 años cuando atropelló y mató a Kevin Sedano, de 14. Era la madrugada del 1 de mayo de 2002 y sucedió a metros de la quinta presidencial de Olivos sobre la Avenida Libertador. Nueve años después rompe el silencio para hablar y contar su versión de todo.

Le tiemblan las manos. El abogado que lo defiende lo acompaña en el mano a mano con este portal y dice: "Está cansado de que lo llamen 'asesino'". Él asintió. Por eso no quiere que le tomen más fotos que la que hay del día de la sentencia. Jura que no abandonó a Kevin, como dijo la Justicia.  La madre del chico muerto, Viviam Perrone (creadora de Madres del Dolor), pidió hace días a la Justicia que lo vuelva a meter preso.

Desde aquella madrugada trágica hasta ahora, el joven que ya tiene 29 años pasó noches en un calabozo de la comisaría de San Isidro, 74 días en el penal de Ituzaingó, meses en prisión domiciliaria, hasta que la Justicia le dio la libertad condicional porque su condena no estaba firme.

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Ahora la Corte Suprema le dio ese curso. En los próximos días, Sukiassian sabrá si vuelve a prisión o si queda en libertad. En diálogo con Perfil.com cuenta su vida actual: "Trabajo en una empresa, terminé mis estudios en 2008 después del juicio y el tema de la prisión".

Perfil.com: - ¿Hacés una vida normal?

Sukiassian: -Sí. Todo esto me lleva mucho tiempo físico y mental. No es fácil. Una vez por mes voy al juzgado y una vez por mes al asistente social. Esto lo hago desde el 30 de noviembre del 2007 cuando me dieron la excarcelación. Además, si me voy a algún lugar o cambio mi domicilio por más de 24 horas, por más que no sea definitivo, lo comunico al juzgado. Una vez que me autorizan, me voy y le doy todos los datos por si me tienen que ubicar. Cuando regreso tengo que avisar.

- ¿Contame cómo fue el día del accidente?

- Yo volvía del centro del cumpleaños de un amigo, la madrugada del 1 de mayo, feriado. Volvía como a las cuatro de la mañana por avenida del Libertador. Yo vivo en Olivos. A la altura de Corrientes, una cuadra posterior, yo venía con el tráfico normal, solo que era de los primeros autos que llegaba al semáforo. Iba para el lado de Tigre, venía por carril derecho. Pasando Corrientes se cruzan dos chicos (uno era Kevin). Uno primero, otro atrás y el que venía atrás, cuando ve que el primero llegó a cruzar toda la avenida y vio que venían todos los autos, intentó volver e impactó con el auto a la altura del espejo para atrás. Yo freno a mitad de cuadra y me bajo.

- Estabas con dos personas más con vos, tus amigos Guillermo Von Gerstenberg y Pablo Bereskyj
...

- Sí.

- ¿Ellos bajaron con vos?

- Sí, bajamos los tres. Fuimos donde estaba el chico tirado que se juntó gente alrededor. Nos quedamos ahí.

- ¿Hasta que llegó la ambulancia?

- En realidad no era ambulancia general sino una camioneta de paramédicos que después me enteré en el juicio que estaba pasando por el otro lado, vio que había un accidente y dio la vuelta. Yo vi cuando le ponían el cuello ortopédico y de ahí me fui a mi casa. Tenía 20 años y estaba totalmente asustado. Dejé el auto ahí y me fui a mi casa.

- ¿A cuánto estabas de tu casa?

- A 7 cuadras. Mis amigos se vinieron conmigo caminando. Después al auto lo buscó mi hermano. Llegué a casa y le dije a mis papás. Al día siguiente nos presentamos en la comisaría con el auto y todo.

- La familia de Kevin (y la Justicia) dice que vos te fuiste...


- Hay un auto que iba un poco más atrás que el mío y que frenó ahí. Testificó ante policía y en el juzgado -pero no en el juicio- que yo había frenado y que si no me pasaba a mí le pasaba a él. Como no fueron al juicio porque no estaban, cuando vieron que me habían sentenciado se presentaron y ampliaron declaración para decir que estuve.

- ¿Por qué crees que la familia dice que no estuviste?

- No sé, no tengo conocimiento.

- Pero no fuiste al hospital...


- Yo estaba nervioso.

- Se dijo que ibas a mayor velocidad de la permitida...

- Iba entre 50 y 60 kilómetros por hora. Obviamente no te puedo especificar pero yo venía con todos los autos y por eso llegamos todos juntos.

- En la causa queda registrado que huiste.

- (Interviene su abogado Guillermo Campaña) La sentencia está firme pero los testigos que servían para condenar los tuvieron en cuenta pero los que no (contemplaron es) a esos testigos (que) no se los citó. Los favorables para la defensa no existen y los desfavorables, sí. Nosotros lo criticamos por la selección parcial de pruebas. Casación de la Provincia hizo un fallo muy corto. Ratificó todo sin indagar. Después no lo pudimos discutir más. La pericia accidentológica no dio que iba más rápido.

Sentenciado. Cinco años después del accidente que terminó con la muerte de Kevin, el 14 de marzo del 2007, el tribunal oral N°7 lo condenó a tres años de prisión. “A medida que iban leyendo la sentencia yo me iba dando cuenta de cómo venía todo. Después de eso, la presidente del juzgado me dice que estoy detenido. Me esposan y me llevan a un calabozo de ahí”. Eduardo tenía 25 años. Lo llevaron a la comisaría de la zona en un patrullero, quedó detenido en un calabozo dos días y luego lo trasladaron al penal de Ituzaingó. Allí estuvo 74 días en un pabellón donde compartía la celda con otro preso.

- ¿Cómo fue la estadía en el penal?

- Fue muy duro, pero mi familia, amigos, o conocidos me visitaban. Por suerte nunca tuve ningún problema ahí dentro. Me mantuve lo más alejado posible. Al principio trabajé limpiando los pasillos.

- ¿Antes habías trabajado?

- Sí, en un laboratorio. Luego uno de seguridad, como sabía que me quedaban pocas materias para ser contador, me dijo si podía llevar los libros contables que venían medio atrasados.

- ¿Tus compañeros como te trataron?

- Ellos ya sabían todo porque lo habían visto en la tele. Por suerte al lado no me tocó nadie que tenga maldad.

A su casa.Luego de pasar 74 días en el penal de Ituzaingó, los jueces que lo condenaron, de oficio, le dieron la prisión domiciliaria. El 28 de mayo del 2007 lo llevaron a su casa. Estuvo preso allí hasta el 30 de noviembre.

“Tenía un librito en casa y venía alguien de la comisaría sumado a un asistente social para controlar que estaba ahí”. Luego el tribunal le dio la excarcelación por haber cumplido 8 meses, hasta que la sentencia quedara firme. La sentencia fue confirmada hace 2 meses por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

- En todo este tiempo, ¿hablaste con la familia de Kevin?

- Al comienzo de todo, tanto yo como mis padres hablábamos con ella (Viviam Perrone) expresándole el dolor y que la acompañábamos en algo inexplicable. Y después con el tiempo dejamos de hablar y de llamarla por distintas razones.

- ¿Por qué?

- Por muchas cosas. Por su actitud en los medios y de todo un poco.

- ¿Como qué?

- Se empezaron a decir cosas nuestras que no eran verdad y el llamado podía ser malinterpretado. Ella no quería ese llamado.

- Viviam dijo que tenía miedo que vos te fugues.

- Entiendo el dolor que ella tiene. Pero sinceramente no sé qué puedo hacer para demostrar que siempre cumplí todo en estos 9 años. Nunca tuve ni tendré intención de eso.

- ¿Seguís viendo a Guillermo y Pablo (sus amigos que iban con él en el auto el día del accidente)?

- Sí.

- ¿Ellos cómo lo vivieron?

- En la Justicia contaron lo que había pasado. Los denunciaron y procesaron por falso testimonio. Yo no los presenté como testigos, fueron llamados por la Justicia. Les hicieron una causa a cada uno por eso y luego los absolvieron. La Fiscalía apeló la decisión y quedó firme la absolución.

- ¿Cómo resumirías lo que te pasó?


Fue una desgracia. Un accidente que llevó a generar la muerte de un chico y generar dolor a toda su familia y a la mía, aunque obvio totalmente incomparable. Son dos situaciones desgraciadas distintas

Fallo supremo. El 27 de junio la Corte Suprema dejó firme la sentencia de los tres años de prisión para Sukiassian. Lo que sucederá ahora es aún una incógnita. La duda legal es si la prisión domiciliaria y lo que sucedió después se computa como pena.

Su abogado, Guillermo Campaña, presentó un escrito para que se compute amparándose en jurisprudencia de la Corte provincial que con dos fallos de 2010 dice que debe computarse. Buscan que se agote la pena, o que le den la libertad condicional. El tribunal oral decidió el viernes que no debe ser detenido. Sin embargo, se declaró incompetente. Ahora deberá decidir el juez.

Se descuenta que las dos partes apelarán en caso de que el fallo no los satisfaga. La peor noticia para su defensa será que la Justicia le exija que cumpla con cinco meses más en la cárcel para llegar a los ocho efectivos, algo que, según su abogado “sería una barbaridad, porque sería una cuestión contra él. El 100% de los Tribunales lo computan como pena. Si no lo hacen con él, ¿qué harán con los otros miles de casos mucho más graves?”

(*) De la redacción de Perfil.com. Con la colaboración de Agustina Larrea.