París - A los escépticos sobre los pronósticos catastrofistas del cambio climático se les acabaron los argumentos: El nuevo informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha convertido las suposiciones sobre el calentamiento global en hechos certeros, y la humanidad tendrá que enfrentarse a sus irremediables consecuencias.
"Quien afirme lo contrario, ya no podrá utilizar la ciencia como argumento", dijo Sir Martin Rees, presidente de la renombrada academia científica británica Royal Society. "El que todavía no se haya dado cuenta, deberá preguntarse qué tiene que ocurrir para reconocer la gravedad de la situación", subrayó el ex director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Klaus Tipfer.
Antes de que finalice este siglo, la temperatura global de la tierra podría calentarse hasta 6,4 grados Celsius. Este llamativo valor que arroja el informe del IPCC incluye además otros muchos aspectos: el hielo del Polo Norte se derrite, los fenómenos meteorológicos extremos -sequías, precipitaciones copiosas, olas de calor e intensos ciclones tropicales- han aumentado, y la lista sigue creciendo. Cada uno de sus puntos amenaza a miles de personas.
Ahora que las campanas de alarma de miles de observadores del cambio climático repican más fuerte que nunca, el presidente de Francia, Jacques Chirac, exige la creación de una organización de Naciones Unidas que siga el modelo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Ha llegado el momento de que se produzca una revolución: la revolución de la consciencia, la revolución de la economía, la revolución de la actuación política", dijo Chirac en la inauguración de una conferencia internacional sobre medio ambiente en París. "Cada vez está más cerca el día en que el cambio climático quede fuera de control. Estamos en el límite a partir del cual no se puede dar marcha atrás", afirmó ante 200 delegados de unos 50 países, tras conocerse el informe del IPCC.
La "rutina de las negociaciones a nivel ministerial" no supone ningún avance, opina también el director del PNUMA, Achim Steiner. Por eso, instó a la celebración de una cumbre mundial de jefes de Estado y de gobierno sobre el cambio climático, según una entrevista que publicará mañana el diario alemán "Frankfurter Rundschau".
Según los expertos del clima, para limitar el calentamiento global a dos grados Celsius no queda otra alternativa que disminuir rigurosamente las emisiones de gases de efecto invernadero. "Si esto se consigue, aunque siga habiendo consecuencias, éstas serán
combatibles, de acuerdo con los científicos", dijo Tipfer, citado por la radio alemana.
Este es el objetivo que deben plantearse especialmente aquellos países que más gases dañinos emiten: los países industrializados y, cada vez más, los países emergentes como China, la India o Brasil.
Sin embargo, no hay una receta para acabar totalmente con el cambio climático. "No tenemos una varita mágica, sólo un puñado de medidas", dijo a dpa la experta en clima Regine Günther, de la organización ecologista WWF/Adena.
"Hay que alejarse del carbón y del petróleo, y a largo plazo también del gas, y apostar por las energías renovables", exigió la directora de protección del cambio climático y política energética de WWF/Adena. Según sus estimaciones, quedan como mucho 15 años para mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados Celsius.