Llevan remeras con rostros sonrientes, fotos de tiempos felices. Pero también pancartas, carteles y cartulinas improvisadas. En todos, se repite el mismo pedido desesperado: justicia. Sin embargo, todo indica que el camino a transitar será largo, porque muchos de ellos aún no han iniciado el recorrido judicial que les brinde una respuesta a tanto dolor.
La escena sucedió el viernes pasado, cuando familiares y allegados a las víctimas de la tragedia de Once se concentraron a 16 días del trágico accidente. En diálogo con PERFIL varios de ellos explicaron que aún no han iniciado las causas judiciales pertinentes porque son víctimas de los “caranchos”, nombre con el que se denomina a los abogados especializados en accidentes de tránsito, que engañan a las familias e intentan obtener acuerdos económicos que los favorezcan.
Perseguidos. Carlos Bustamante, padre de Federico, un joven de 19 años que falleció en el accidente, explica cuán frecuentes se volvieron los llamados y las visitas de estos personajes. “Hoy íbamos a empezar la causa, pero todavía estamos evaluando la situación, porque tenemos que tener mucho cuidado con los ‘caranchos’, nos persiguen, son como pirañas”, se indigna.
En una misma tarde, cuatro abogados se dirigieron a su casa del barrio Matera, en las periferias del partido de Merlo, para convencerlo de que contratara sus servicios. “Me dijeron que eran especialistas en estos casos, que habían trabajado con las víctimas de Cromañón y que tenían 30 años de servicio. Según ellos, me convenía darles el caso porque eran muy duchos en el tema y eso iba a ser necesario porque TBA es muy fuerte”, relata.
Días antes, otro letrado se había comunicado con la familia para intentar persuadirla de llegar a un acuerdo económico con la concesionaria de la línea Sarmiento. “Me dijo que se había comunicado con la empresa y que, como querían evitar tener tantos juicios, me ofrecían 150 mil pesos. Intentó que aceptara, porque el proceso iba a ser muy largo, pero le pedí que no me llamara más”, recuerda.