Agruparse y organizarse para recibir denuncias y poder ayudar a los demás. Esta es la manera que encontraron los padres, familiares y amigos de las víctimas en Cromañón y en locales como Beara para evitar una nueva tragedia en la Ciudad de Buenos Aires.
La ONG Familias por la Vida recibe desde 2005 denuncias y reclamos por el estado y peligro presente en los locales bailables, boliches o casas de fiestas. Sin embargo, la frustración comenzó a absorver parte de la energía de quienes recepcionaban las denuncias, debido a que los locales con infracciones volvían a abrir prontamente sus puertas.
A raíz de esto es que el 1 de julio pasado, según consigna Clarín, la asociación pudo firmar un acuerdo con el Gobierno porteño para que la Agencia Gubernamental de Control (AGC) reciba por escrito todas las denuncias, las verifique y les de curso. Desde entonces, se realizaron 145 inspecciones a raíz de 257 denuncias. En el 70% de los casos, se labraron actas de infracción. Y 75 locales fueron clausurados, el 35% de los cuales había violado una clausura anterior, señaló el matutino.
Desde su portal familiasporlavida.org.ar, los familiares de las víctimas de los diversos boliches explicaron: "Somos un grupo de padres, familiares y amigos de los chicos masacrados en Cromañón el 30 de diciembre de 2004, que junto a sobrevivientes, sus padres, familiares y amigos decidieron agruparse y organizarse para poder hacer frente al corporativismo que en forma inmediata salió a dar respuestas a los reclamos, criminalizando a los jóvenes, defendiendo a los responsables de la masacre, porque fueron astutamente rápidos para observar la mezcla fatal que matara a nuestros chicos: la corrupción y la ambición".
"Gestionamos un lugar para poder reunirnos y obtuvimos un espacio físico a una cuadra del Santuario de Cromañón. No entendíamos nada de política, no éramos militantes de causas sociales, simplemente padres, familiares, amigos, sobrevivientes que intentábamos saber que nos estaba pasando, conscientes de que el Estado somos todos y que nuestros derechos estaban siendo avasallados por un gobierno corrupto, cómplice de empresarios ambiciosos", señalaron.
Tiene un teléfono y en él se reciben las denuncias sobre las innumerables infracciones en los locales de la Ciudad. En el 0800-999-2769, Rosa David (madre de dos víctimas fatales en el boliche de la calle Mitre) contó que recuerda el llamado de una chica muy joven a la que atendió hace poco: "Fue a un boliche en Palermo. El baile estaba en un primer piso y, en la escalera, había una vela encendida en cada escalón. Ella las fue apagando, porque se acordó de Cromañón".
Desde su portal de información manifestaron: "También nos dimos cuenta que algunos organismos de derechos humanos se inclinaban a sostener al que responsabilizamos como el Responsable político de la Masacre de Cromañón, nos dimos cuenta que éramos pequeñas hormiguitas enfrentadas a 3 elefantes enormes política, empresa y justicia, atados por una cadena acero casi indestructible llamada impunidad. Adoptamos la misión de luchar contra la corrupción y la impunidad, logrando justicia por nuestros chicos".