Los peces carnívoros de agua dulce conocidos como palometas volvieron a azotar los balnearios del litoral argentino. Esta vez fue en Misiones, con un feroz ataque a 23 personas que se refrescaban en el Río Garupá. Entre las víctimas se encuentra un niño, que recibió distintos ataques por parte de estos peces, aunque ninguna de las heridas reviste mayor gravedad.
Si bien el balneario quedó totalmente clausurado para evitar más heridos, y colocaron una red de contención que evite el contacto de las palometas en la zona donde hay bañistas, no se trata de un hecho aislado: en el primer fin de semana de diciembre se conocieron al menos diez ataques en el municipio.
El año pasado se registraron más de 70 heridos por el ataque de estos carnívoros, que poseen dientes tan filososo como los de un tiburón. Durante el verano pasado, una nena de 7 años sufrió la amputación de un dedo y un nene tuvo una fractura expuesta. Los peces carnívoros aparecieron en las costas debido a las altas temperaturas y atacan principalmente en las manos y pies.
Las palometas son peces carnívoros difíciles de exterminar: son muy agresivas, atacan en grupos y aparecen en las costas del Paraná debido a las altas temperaturas del verano, ya que en el resto del año se reproducen dentro de camalotes. Además, son capaces de cortar mallas de pezca, mutilar peces y son muy escurridizos.