Los kiosqueros de todo el país no realizarán cargas a las tarjetas del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) a partir del miércoles, y durante 72 horas. La medida es en reclamo de una rentabilidad en el servicio. Ante esto, los usuarios deben recorrer otros puntos estratégicos para poder realizar el pago que les permita usar los diferentes medios de transporte.
Desde el Ministerio de Transporte informaron mediante un comunicado que los pasajeros de transporte público "pueden cargar su tarjeta en estaciones de subte y de tren, agencias de lotería nacional, agencias de lotería de las provincias de Buenos Aires y Formosa, dependencias del Correo Argentino, Banco de Santa Fe, Administradora San Juan y en los Centros de Atención SUBE del área metropolitana de Buenos Aires".
Además, agregan que "la carga también puede hacerse a través de todos los medios integrados a la Red Link, Red Banelco, en cajeros automáticos correspondientes a bancos adheridos en todo el país, home banking, aplicaciones de celulares y a través de Mercado Pago. En caso de que los usuarios opten por la carga electrónica deberán aplicar el saldo por medio de una Terminal Automática". Para mayor información, se puede acceder al sitio www.sube.gob.ar.
La medida de protesta que afectará a los pasajeros, fue anunciada por la Cámara de Kiosqueros Unidos (CKU). Desde allí, reclaman al Estado que derogue la ley que les prohíbe cobrar un adicional por la recarga de la tarjeta o bien, que suba la comisión por cada carga al 15 por ciento de la suma, dado que “los kioscos son puntos de venta fijos necesarios para que funcione el sistema de transporte público y estos asumen un riesgo elevado al desarrollar esta tarea”.
“Detrás de los más de 12.000 kioscos hay miles de familias, y su fuente de ingresos peligra por la persecución de denuncias impulsadas por una ley que culpa al último eslabón del sistema cuando nadie investiga quienes son los que se quedan con el dinero fruto del trabajo del kiosquero del sistema SUBE”, reclamaron.
“El kiosquero absorbe todos los costos para que la gente pueda viajar todos los días: paga por adelantado el saldo que va usar, hace depósitos bancarios y le descuentan el 1 por ciento, luz, alquiler, empleado, Internet, posnet, riesgo de robo, tiempo de traslado, movilidad, todo a cambio que la gente compre una golosina y no vaya al supermercado o a una farmacia”, detallaron desde la CKU.
“Así como el Estado subsidia al transporte público reclamamos una rentabilidad digna del 15% para brindar el servicio sin necesidad de cobrar adicional y poder llevar algo de dinero a nuestras familias”, concluyeron en su pedido.