Los padres que anotaron allí a sus hijos nunca imaginaron que el propósito de aquella escuela no era el de impartir educación formal a niños sino "blanquear" los ingresos provenientes del tráfico de drogas.
El Instituto Crisol Universal funciona desde marzo de 2007 en un moderno edificio al que concurren cerca de 200 alumnos. Fue construido en tiempo récord en el acceso a la localidad de Candelaria, a 30 kilómetros de la capital misionera.
Según informa Corrientes Noticias, la propietaria del establecimiento acaba de ser procesada por " encubrimiento de lavado de activos" y se encuentra detenida en la provincia de Corrientes al igual que su pareja y otras seis personas.
A pesar de su comprometida situación, el colegio no cerró sus puertas y los docentes siguen dando clases. Sin embargo, varias versiones indican que un gran número de padres habría retirado a sus hijos de la institución.
Todo comenzó en 2005, a partir de una denuncia realizada ante el Juzgado Federal de Paso de los Libres, provincia de Corrientes. El anónimo indicaba que alguien de esa ciudad traficaba marihuana e invertía el dinero obtenido en propiedades.
Allí comenzaron las investigaciones, que determinaron que el grupo traficaría marihuana y cocaína proveniente del Paraguay hacia las ciudades de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, y también hacia Uruguay y Brasil. Uno de los grandes indicios fueron los viajes que los implicados hacían mensualmente en auto a esos países.
Cuando la banda se sintió sitiada, dejó de encargarse de la distribución, pero siguió haciendo grandes inversiones, entre las que se encuentra el Instituto Crisol Universal.