"Seguramente diré mis últimas palabras", dijo ante la prensa Julio César Grassi al subir los escalones de los tribunales de Morón. Se lo espera para el mediodía pero decidió anticipar su arribo a las 8 de esta mañana con el único fin de confirmar su asistencia a las 13. El aún sacerdote fue condenado por la Corte bonaerense por "abuso sexual" y una cámara penal ratificó un fallo sobre la "violación de su arresto domiciliario".
Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores, advirtió al entrar al Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Morón que todavía "quedan muchas instancias judiciales" en la causa y dijo estar "entero", tener "fe en Dios" y "esperanza en la Justicia".
"Estoy tranquilo, tengo fe en Dios y esperanza en la Justicia. Estoy entero: no bajo los brazos y sigo adelante", dijo a la prensa Grassi esta mañana en Morón tras llegar conduciendo su automóvil.
Respecto de la audiencia que hará al mediodía, el sacerdote se limitó a señalar que se trata de "una instancia más de la Justicia, quedan muchas instancias más". "Seguramente diré mis últimas palabras", dijo antes de entrar.
La audiencia, que será oral y pública, se realizará a partir de las 13 "con el único objetivo de debatir si Grassi queda detenido o no, pero no se van a discutir hechos en cuanto a si hubo o no abuso sexual", precisó el fiscal de Morón, Alejandro Varela. Para el fiscal, con el fallo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense "alcanza para detener" a Grassi y la prisión se debe concretar "independientemente de si la defensa presenta un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Nación".
El cura fue condenado en el año 2009 a 15 años de prisión por el delito de abuso sexual agravado y corrupción contra un menor que asistía a la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. Grassi cumplía una pena de prisión morigerada impuesta por el Tribunal Oral Criminal de Morón hasta que la sentencia quedara firme. El miércoles último la Suprema Corte bonaerense, que debía dictaminar sobre todo lo actuado, ratificó la condena del juzgado de primera instancia, aunque no tiene atribuciones para resolver la prisión efectiva del sacerdote.
Por otra parte, uno de los jóvenes que denunció abusos por parte de Grassi y fue identificado como "Gabriel" cuestionó que el imputado continúe en libertad pese a haber sido sentenciado. "Escuchar la condena me reparó una parte de tanto daño. Pero cuatro años después Grassi sigue libre. Y, yo preso en la vida sin poder recomenzar, por esta situación que nunca termina", lamentó el joven en una carta publicada este domingo por el Diario PERFIL.