Desde el lunes pasado comenzaron en el barrio de Villa Real las obras para crear la primera “zona 30” de la Ciudad. Un plan que consiste en reducir la velocidad máxima a 30 km/h. El proyecto se aplicará en doce calles interiores del polígono comprendido por las arterias Ramón Lista, Irigoyen, Nogoyá y el eje Juan E. Martínez/Cúneo/Esquina.
Con este reordenamiento del tránsito, el gobierno porteño busca reducir la cantidad de accidentes viales un 75% en esa parte de la Ciudad, lindera a la General Paz.
La experiencia se desarrollará durante un año para luego, posiblemente, replicarla en otros puntos de la Capital Federal que guarden características similares a Villa Real. Entre ellas figuraría el barrio de Santa Rita, una zona de casa bajas ubicada entre Villa del Parque y Floresta.
Para llevar adelante estas iniciativas se prevé la instalación de nuevas señaléticas, sendas peatonales elevadas en los accesos a la zona área, ciclovías protegidas, chicanas y nuevos espacios verdes. El proyecto “zona 30” o “zona Calma” se enmarca dentro del Plan de Seguridad Vial de la Ciudad y tiene por finalidad priorizar la movilidad peatonal y el uso de la bicicleta, además de reordenar el tránsito.
“Los beneficios de la obra radican en la mejora de la seguridad vial de un área donde viven 14 mil personas. La negativa que hoy plantea un grupo menor es desde la política y no pensando en el bienestar de quienes viven en Villa Real. El 70% de los vecinos demostraron estar de acuerdo con su implementación”, dijeron desde la Secretaría de Transporte porteño.
“La movida tiene su origen en el cruce de Navarro y Lope de Vega, donde se producen gran cantidad de accidentes. Esperamos que con la zona calma se reduzcan. Además, beneficiará a los chicos de 14 colegios de la zona”, afirmó Andrés Zumpano, titular del Centro Comercial Lope de Vega y Beiro. “Los vecinos se oponen porque dicen que la ciclovía de Víctor Hugo afectará el estacionamiento. Nos reunimos varias veces con el Gobierno y nos explicaron el proyecto de punta a punta”, agregó.
De todas maneras, y más allá de los beneficios en materia de tránsito que traería aparejados al barrio, un grupo de vecinos está en contra y mañana presentará un recurso de amparo en la Justicia porteña.
“El plan es inviable porque ni las autobombas, camiones de basura, ni los micros escolares pueden doblar por las esquinas donde instalarán los maceteros. Pero además, en las calles que abarque la zona calma quitarán hasta 15 metros por cuadra, no dejarán lugar para estacionar”, aseguró Sandra L, vecina del tradicional barrio porteño.
La muerte de una ciclista aceleró las obras
La muerte de una mujer en la calle Víctor Hugo como consecuencia de un accidente de tránsito cuando iba en bicicleta fue una de las determinantes que llevaron a la Ciudad a instalar la futura ciclovía en esa arteria del barrio de Villa Real.
El hecho ocurrió a fines de julio, y la víctima, Susana Magnin, cayó al piso al ser golpeada por un camión que pasaba a gran velocidad por esa calle. El conductor del rodado no se detuvo y la mujer murió en el lugar.
Por Víctor Hugo los automóviles circulan a gran velocidad, lo cual se reproduce en otras calles de ese barrio porteño.