La utilización de sustancias que alteran el estado de conciencia se remonta al inició de la aparición del ser humano en la tierra. En cambio, perseguir el consumo de drogas es algo propio de las últimas décadas: tal vez un antecedente histórico sean los Tribunales de la Inquisición medieval que condenaban a la hoguera las brujas que utilizaban belladona o mandrágora en Europa o los conquistadores que intentaron erradicar el uso de plantas alucinógenas entre los pueblos originarios americanos.
En estos tiempos, el narcotráfico se transformó en uno de los principales negocios mundiales, al tiempo que la adicción a las drogas se convirtió en un flagelo ampliamente extendido. Más allá o más acá del delito y de la enfermedad, millones de personas en todo el mundo utilizan drogas ilegales y legales.
En la Argentina, el debate está a la orden del día. El "superministro" Aníbal Fernández le puso palabras en el Foro sobre drogas de la ONU en Viena a algo que una sector importante de la sociedad cree hace rato: no tiene sentido perseguir a los simples consumidores, el eslabón más débil de la cadena, en vez de tratar de desmontar a las organizaciones delincuenciales que se alimentan de la venta y el lavado de dinero, siguiendo en esto a países con Uruguay u Holanda, donde nadie va preso por fumarse un "porro".
Perfil.com buscó tomar el pulso de este debate en la calle, escuchando la opinión de los ciudadanos para saber qué opinan de una posible despenalización del consumo de drogas y sobre los dicho de Aníbal Fernández. En las personas encuestadas, se pudo notar una ligera aceptación al planteo del ex ministro del Interior y actual titular de la cartera de Justicia que quiere dejar de criminalizar "perejiles", para dedicarse de lleno a combatir al narcotráfico.
A causa de la complejidad del tema, las posturas fueron de lo más variadas, pero se pudo constatar que la mitad de los consultados afirmó estar de acuerdo con que no se persiga a los usuarios de drogas, mientras que la otra mitad opina que aún es necesario penalizar el consumo. Para muchos los dichos de Aníbal son una mera "cortina de humo".
En tanto, en la encuesta realizada a los lectores de Perfil.com, donde se preguntó sobre "la despenalización del consumo de drogas impulsada por el gobierno nacional", unos 736, es decir el 29 % se mostró de "totalmente de acuerdo", mientras que 1237, un 50 %, dijeron que no estar "en nada de acuerdo". Para 482 personas (19%), "habría que analizarlo con detenimiento".
Al día siguiente de que sus declaraciones tomen estado público, el inefable ministro del bigote aclaró que lo que planteó en Viena no implica que vaya a haber "droga libre" o despenalización del consumo y de la tenencia de estupefacientes, sino apenas iniciar un debate sobre la modificación de la normativa vigente, la polémica Ley 23.743, por lo que creó una comisión de especialistas para que analicen el tema.
No todos los funcionarios piensan igual. La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico de la Presidencia de la Nación (Sedronar), sigue fiel a la política de la "guerra contra las drogas" -impulsada principalmente por la DEA estadounidense-, es decir el intento quimérico de que no haya ninguna persona que consuma estupefacientes bajo ninguna circunstancia en ningún lugar.
El director del organismo, José Manuel Granero viene montando una trinchera en contra de la despenalización. Perfil.com se comunicó con voceros de prensa del Sedronar que explicaron que no realizarán declaraciones sobre los dichos de Aníbal Fernández hasta el lunes próximo, cuando el director del organismo vuelva de Viena. El Estado tiene dos posturas distintas frente a un mismo tema y en la sociedad la polémica recién empieza.