Disney San Pedro está más cerca. Se podía incluso imaginar a Mickey y Donald haciendo de las suyas cuando, ayer, el empresario jamaiquino Max Higgins mostraba los papeles del contrato que dice haber firmado con el Khalifa Bin Zayed Al Nahayan, presidente de Emiratos Arabes Unidos. La escena, digna de Disney, se produjo en el campo que Higgins compró para construir el "parque temático" más grande del país, cerca de San Pedro.
Eran las 16 y hacía un calor inolvidable cuando el helicóptero alquilado por Higgins aterrizó en el lugar, “Conseguí 2 billones de dólares que me prestaron en Emiratos Árabes" aseguró Higgins al portal SanPedroinforma.com, explicando que los dos años en que no se lo vio por la zona se debieron a "algunos problemas". (Conviene aclarar, para los que no lo saben, que cuando se habla de dólares, la expresión billón o billion equivale a mil millones).
"Estuve metido en algunos problemas, pero pude salir", indicó el hombre, asegurando tener 2 mil millones de dólares para invertir en el parque de sus sueños. Acostumbrado a los temas "macro", Higgins se molestó cuando le hablaron de algunas sumas "micro" que quedaron impagas en su ausencia. Argumentó al respecto que los gastos que le insumió su divorcio de Sandra Zapata fueron cuantiosos y hasta tuvo tiempo para lanzar algunos dardos contra la jueza que intervino en ese pleito.
Higgins, dejando de lado por un momento a Disney y los millones del Khalifa, se quejó de un embargo que sufrió en el Banco Nación, aparentemente por el mismo tema del divorcio, y cuando le preguntaron si tenía el apoyo de Cristina Kirchner o el gobernador Daniel Scioli para sus fastuosos planes, mostró que al menos por el momento su afinidad con el kirchnerismo es escasa.
"La presidenta Cristina Fernández me discrimina por ser negro", disparó apesadumbrado, y aunque es poco probable que el INADI de Claudio Morgado analice el tema, el empresario jamaiquinó juró que nada lo hará desfallecer en su quijotesca cruzada pro Disney San Pedro.
En la volcánica ocasión (a los 30 minutos de conferencia tanto Higgins como los cronistas estaban al borde de la insolación), el empresario alcanzó a mostrar el contrato firmado con Zayed Al Nahyan, aunque el detalle de que estuviera escrito en árabe no permitió más que comprobar que la letra era prolija,
"Este contrato ha sido legalizado por una traductora nacional de lengua árabe el 17 de diciembre de 2009 en Buenos Aires", tranquilizó Higgins a sus interlocutores. Que es un hombre de firmes convicciones quedó en claro porque soportó estoicamente la corbata, pese a los 35 grados de térmica.
Luego de 70 minutos que parecieron interminables, especialmente a Higgins, el empresario jamaiquino abordó nuevamente su helicóptero alquilado y regresó a Capital Federal. Antes de subir la escalerilla aseguró al personal del campo que hoy por la tarde regresará a cancelar los gastos "micro" citados líneas más arriba. Disney San Pedro, insiste, está más cerca. Y hasta se animó a adelantar que las obras comenzarán en el inminente mes de febrero.