Dejó de lado la imagen de muchacho tranquilo y decidió arreglar sus problemas a la vieja usanza. “Como en el barrio”, dirían los conocedores del paño popular. Lo concreto es que Martín Lousteau defendió su honor “a las piñas”. El viernes 19 de diciembre, hace apenas una semana, el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner fue junto a Ana, su novia, al casamiento de un amigo en Pilar. Lo insultaron, él se cansó y lo mandó al hospital con ocho puntos de sutura en la cabeza.
La historia comienza así. La ceremonia transcurrió sin problemas y la fiesta siguió su rumbo. Pero la noche tenía algo preparado para uno de los nuevos críticos del gobierno kirchnerista. Uno de los invitados empezó a recordarle al joven de 38 años su “fugaz” paso por el Palacio de Hacienda, pero no lo hizo de la mejor forma.
Empezó a insultarlo de manera insistente. Lousteau buscó, primero, la manera de evitarlo, pero se resignó al instante. El hombre estaba decidido a buscar su punto débil. Y lo encontró. “Los insultos empezaron a ser cada vez más groseros. Lousteau lo quería evitar y le decía que no era ni el momento ni el lugar para discutir”, aseguró a PERFIL uno de los testigos de la “gresca”.
Cansado, el economista desafió a su agresor: “ Vamos afuera”, le dijo. Sin más palabras de por medio, Lousteau fue directamente a los “bifes”. Al mejor estilo Látigo Coggi, el ex funcionario acostó a su oponente, que terminó en el hospital con ocho puntos de sutura en la cabeza, según confirmaron a este medio invitados que compartieron la cena.