En cualquier guardarropas, las prendas en color negro son sinónimo de elegancia y sobriedad, aunque también se les endilga la capacidad de disimular redondeces y estilizar la figura. Por eso no parece casual que Juliana Awada, mujer conocedora de la industria textil, lo haya elegido casi como una constante en sus últimas apariciones públicas.
Un evento social y un sepelio familiar, vaya contrapunto, marcaron la reciente agenda de la primera dama porteña. Y ella, rigurosa y aferrada al protocolo, vistió de negro en ambas ocasiones pero se las ingenió para dejar entrever un abdomen que cursa ya su tercer mes de embarazo y que hoy muchos consideran un arma fundamental en la carrera electoral de su marido, Mauricio Macri.
Sello. Vestido negro sin mangas pero con pronunciado escote, cabello semi recogido y amplia sonrisa fueron los elegidos de Juliana para asistir a la presentación de la 10º Edición de la Maratón Solidaria, el lunes por la noche. Pero el detalle decisivo estuvo en la cinta en color crudo que se ajustaba en la parte superior de su abdomen, enmarcando el floreciente –y tan promocionado– embarazo.
Pero distinta fue la historia el jueves, cuando del brazo Macri llegó hasta la basílica de Pilar para asistir a la misa de cuerpo presente con la que se despidió a Jorge Blanco Villegas. El tío materno del jefe de Gobierno porteño, de 79 años, había fallecido como consecuencia de un cáncer un día antes.
La nota completa, en la edición impresa del diario PERFIL.
