La australiana Caroline Lovell, de 36 años y tenaz defensora del parto en el hogar, falleció de un ataque cardiaco al dar a luz a su segunda hija en su casa. La niña, afortunadamente, sí sobrevivió, según informó la publicación británica Daily Mail.
La tragedia, ocurrida en Melbourne el 23 de enero pasado, vuelve a encender de esta manera el debate sobre la seguridad de los partos fuera de hospitales o clínicas. Lovell fue una firme activista del “parto en casa”. En su lucha por instalar este tipo de nacimientos, había solicitado al Gobierno que éste colaborar para que las mujeres pudieran optar con tranquilidad por esta opción.