El defensor del Pueblo, Eduardo Mondino denunció ante la Procuraduría General de la Nación la “posible explotación de personas con discapacidad visual en un instituto del Estado”.
Personal de la Defensoría se hizo presente en el Instituto Rosell, ante las denuncias de no videntes y familiares que alertaban sobre el mal estado de las instalaciones y sobre irregularidades en su funcionamiento. Sin embargo, lo que más llamó la atención de los funcionarios fue que decenas de personas trabajaban allí rellenando bolsas de semillas.
“Las autoridades del lugar no quisieron darnos información al respecto”, indicó Mondino y aseguró que, esto los llevó a inducir que “ habría alguna irregularidad” relacionada con “ una situación de trabajadores en negro”.
Para el Defensor del Pueblo de la Nación, “ muy llamativo" que " las mismas bolsas con logos comerciales” que los no videntes del Instituto llenaban con semillas “ han sido vistas en supermercados, exhibidos para la venta".
"Esto surge por la ausencia de una planificación concreta de los talleres de capacitación laboral, lo que deriva en una falta de fomento en la adquisición de oficios que hagan posible insertarse en un mundo cada vez más competitivo y selectivo",señaló el Ombudsman.
Por todo esto, el Ombudsman presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la Nación para determinar si se trata de un delito que incluye la vio lación de los derechos humanos.
Mondino, recomendó, además, al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que regularice el la programación de los talleres para la capacitación laboral de los no videntes y las condiciones edilicias del instituto, para que deje de ser riesgoso para todos sus ocupantes.
El Instituto Rosell fue inaugurado en 1941, y fue durante mucho tiempo la institución más importante de América Latina en su género. El filántropo Román Rosell donó parte de su fortuna para la creación de este instituto y asilo para ciegos, detallando todos los servicios que debía brindar: alojamiento, alimentación, vestimenta, asistencia médica e instrucción con el objetivo de que la persona ciega pudiera bastarse a sí misma.