El sábado pasado la orquesta Fernández Fierro vivió un incómodo momento en el medio de un recital en el centro cultural de Munro. Hacia el final del show los integrantes del grupo pidieron por la aparición del joven Santiago Maldonado, cuyo paradero se desconoce desde el pasado 1º de agosto cuando la Gendarmería realizó un desalojo de una comunidad Mapuche en Chubut, y gran parte de la audiencia se fue del lugar.
Gustavo Vajsejtl, uno de los violinistas del grupo, afirmó en su muro de Facebook que esa reacción "nos dejó con una sensación de amargura en el pecho a más de uno". Junto a ese mensaje, compartió un texto de otro de los integrantes de la orquesta, apodado 'El Ministro', en el que describe cómo vivieron esa situación.
"Lo más feo que puede pasarnos como músicos/lo más triste que puede pasarnos como sociedad. Es muy feo estar tocando y que la gente se empiece a ir porque no le gusta lo que está escuchando", expresó el bandoneonista.
Las 500 entradas que se repartieron de forma gratuita se habían agotado al segundo día pero la orquesta tenía reticencias de que la audiencia respondiera a su música. "Cuando vimos llegar a la gente empezamos a apostar si la mitad se paraba y se iba al segundo tema o al cuarto tema. No es por ser prejuiciosos, pero antes de tocar ya sentíamos que esa gente no sabía que estaba yendo a escuchar, que de alguna manera esa gente había sido engañada... El afiche que los convocaba era el mismo que usaban para todos los shows de tango, un dibujo de una pareja de bailarines, farolito y todos los cliches tangueros. Además mucha gente 'grande' que sospechamos que no estuvo investigando en internet que es la Fernandez Fierro, sospechamos que estaban ahí porque era gratis, porque era cerca, porque era sábado, porque decía tango", explicó 2El Ministro".
Y amplió: "Pero no, la gente no se fué al segundo ni al cuarto tema, estábamos casi terminando el concierto y la gente seguía ahí, escuchando, hasta que dijimos éstas palabras 'Queremos que aparezca Santiago Maldonado'. La mitad de la gente, sin exagerar, se paró como si hubiera un resorte en las butacas y empezó a irse o a insultarnos, nos gritaban cosas como 'ustedes rompieron todo y nosotros tenemos que pagarlo', se
armó una especie de estampida de gente, yéndose indignada y a las puteadas... Quedamos perplejos y desesperanzados...". Hacían referencia a los incidentes producidos el viernes a la noche por un grupo de manifestantes tras la marcha por el joven artesano.
El caso Maldonado tiene dividida tanto a la sociedad como a la clase política. Mientras que unos aseguran que se trata de una "desaparición forzada" otros defienden a Gendaremería y argumentan que la Justicia todavía no averiguó qué le sucedió al artesano como para que se afirme qué pasó. La semana pasada la polémica se encendió cuando gremios docentes quisieron impartir clases sobre el tema y un sector de los padres se negó. Ahora el conflicto llegó a la música.
