Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron la restitución de la identidad de una joven nacida en cautiverio, cuyos padres fueron secuestrados en la ciudad de Mar del Plata durante la última dictadura militar.
La mujer, actualmente de 31 años, pudo tener la certeza merced a los análisis de ADN ordenados por la Justicia de Entre Ríos, que es hija de Edgar Tulio Valenzuela, alias "Tucho", otrora miembro de la Conducción Nacional de los "Montoneros", y Raquel Carolina Negro, ambos desaparecidos.
Nacida en cautiverio el 26 de marzo de 1978 en el hospital militar de Paraná, Entre Rios, fue criada por una familia con otra identidad y, en los últimos años, ella misma se acercó a la Justicia en busca de esclarecer su verdadero origen familiar.
Valenzuela y Negro estuvieron secuestrados en el centro clandestino de detención que funcionó en la Quinta de Funes, a las afueras de Rosario, comandado por el entonces jefe del II Cuerpo de Ejército Leopoldo Galtieri y simularon que accedían a un plan del general para matar a Firmenich y Vaca Narvaja.
Así se puso en marcha la Operación México, que consistía en infiltrar a Valenzuela en la reunión que realizaría Montoneros en tierra mexicana y atentar contra el líder máximo de la organización. Para ello, junto a Tulio Valenzuela viajan un montonero "quebrado" (Carlos Laluf) y tres militares. Sin embargo, Valenzuela deja como garantía de que no se fugará a su mujer e hijo.
El 16 de enero de 1978 llegan a México, y al día siguiente Valenzuela toma contacto con la organización y los pone en conocimiento de los planes militares. Por orden de la Conducción Nacional, el 18 de enero, Tulio denuncia públicamente la Operación México, en conferencia de prensa, además de denunciar lo que ocurre en la quinta de Funes. Esa misma noche las autoridades mexicanas expulsan a los miembros del comando militar y al montonero "quebrado".
Según la confesión del ex represor Eduardo "Tucu" Constanzo al diario Página 12, la niña fue entregada por los entonces represores Walter Pagano y Juan Amelong en el Hogar del Huérfano, en Rosario, y luego dada en adopción. Negro fue ejecutada de un disparo y su cuerpo, trasladado en el baúl de un auto hasta el centro clandestino de detención "La Intermedia", desde donde lo arrojaron más tarde al mar, siempre según Constanzo.
Por su parte, Valenzuela, tras recibir una sanción de parte de Firmenich y Vaca Narvaja porque, según ellos, cometió una falta al intentar traicionarlos, pidió regresar a Argentina en 1979 y una vez en el país, fue secuestrado otra vez y llevado a una comisaría, donde se suicidó ingiriendo una pastilla de cianuro.
La causa judicial por supresión de identidad y apropiación de bebé tiene como principal imputado a Juan Carlos Trimarco, quien fuera comandante del II Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar.