SOCIEDAD

La restauración de la Sala Alberdi costará al menos $ 2 millones

El saldo de casi dos años de toma.

Destrozos. El lugar quedó inutilizable y con varios faltantes.
|

Luego de casi dos años y medio de toma y con un visible deterioro, el Gobierno porteño iniciará en los próximos días los trabajos para recuperar la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín. Las obras, según coincidieron fuentes del propio centro cultural y del Ministerio de Cultura de la Ciudad, demandarán una inversión, como mínimo, de 2 millones de pesos.

Las tareas que se llevarán a cabo incluyen la limpieza de mármoles y lajas, reposición de los vidriados del edificio, recuperación de alfombras, butacas y pinotea del escenario, además de la desinfección y desratización. También habrá que reponer equipos de luces, sonido y seguridad que funcionaban en la sala antes de ser usurpada.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El pasado lunes, el Gobierno realizó un relevamiento de todos los elementos que encontró en el lugar y los cotejó con un inventario llevado a cabo en 2010, meses antes de iniciarse la toma. Espantado con los resultados de esta tarea, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, señaló: “Ni en las peores pesadillas pensé que la gente, que decía estar custodiando y cuidando la sala, hubiera hecho el desastre que encontramos”.

PERFIL accedió al inventario donde se especifica que entre los elementos faltantes se encuentran parlantes, consolas de sonido, micrófonos, cámaras de video, instrumentos musicales, equipos de radiollamadas, una PC e impresoras, entre otros. También se deberá “cablear a nuevo” toda la Sala y reponer los matafuegos y luces de emergencia.

Ramiro Yordan, integrante del frente de personas que participó en la toma, defendió su accionar: “Durante años ningún gobierno invirtió en la Sala, lo único que querían era vaciarla y cerrarla. Todos cuidábamos los equipos porque los necesitábamos para las actividades, nadie robó ni rompió nada”. En respuesta, la actual directora del Centro, Gabriela Ricardes, sentenció: “En 2010 la sala se equipó a nuevo y tras la toma todo terminó deteriorado o fue sustraído. Los supuestos artistas esperaron que la sala se equipara y la tomaron”.