SOCIEDAD

"La silla de ruedas soy yo. Por más que quiera no me la puedo sacar"

Fueron las palabras de una joven de 18 años a la que le negaron el ingreso a un local bailable. Su descargo completo. Galería de fotos

Rosario, la joven en silla de ruedas a la que no dejaron ingresar en el boliche.
| Cedoc

La madre de una joven que está en silla de ruedas denunció que a su hija no la dejaron entrar a un boliche de Nueva Córdoba el pasado 29 de agosto. La mujer acompañó su relato con una carta que escribió la joven al responsable del local. 

La chica de 18 años, llamada Rosario. fue a bailar con unas amigas y cuando llegaron al lugar, le negaron la entrada. Después de lo ocurrido, su caso se dio a conocer en Facebook. Por su parte, el encargado del boliche negó el episodio, y ante eso, la afectada decidió escribirle un mensaje:

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“Soy Rosario, "la chica en silla de ruedas" que no dejaste pasar a tu boliche. La verdad no sé qué crees que pasó esa noche y tampoco entiendo mucho tu postura sobre el tema. Yo por mi lado no planeo generar una disputa con esto ni mucho menos, porque si así lo quisiera te hubiera denunciado, hubiera ido a los medios o simplemente hubiera publicado en todos lados que "Cayo Makenssy no dejó pasar a una chica en silla de ruedas", precisó la joven.

“Esa noche en ningún momento me habían dicho que yo no iba a entrar. Me dejaron esperando en la puerta diciéndome "ya va, ya va" ignorándome. Y mis amigas no fueron con la excusa "dejanos pasar tenemos una chica en silla de ruedas". Mis amigas fueron a avisar que yo estaba ahí, para que puedan abrir la otra puerta, YA QUE LA ENTRADA PRINCIPAL NO ES ACCESIBLE PARA TODO EL MUNDO. Y no sé por qué decís que no me dejaste pasar "porque llegué tarde" cuando entró muchísima gente que llegó mucho después de mí” continuó con su relato.

Cuando yo escuché que vos le decías a una de mis amigas que yo no iba a pasar porque "la silla de ruedas estorbaba a la gente" "ocupaba mucho espacio" y "las personas se me caían encima", no perdí ni dos segundos y me fui. Yo no iba a rogar a nadie que me dejara entrar. Porque en serio yo nunca pensé que el problema de "una silla de ruedas" le podía molestar a alguien más que a mí misma” expresó Rosario.

“No importa si muchas "personas paralíticas" fueron a tu boliche, y tampoco me importa si tenés fotos de prueba. Yo no necesito que nadie haga caridad conmigo, y menos para entrar a un boliche. Que supuestamente vas a pasarla bien. No a dar lástima”, siguió en su descargo.

Y prosiguió en otro fragmento de su texto: “Es una bosta tener que limitarme a ir solo a boliches que no tengas escaleras, solo para poder moverme. Es una bosta tener estar siempre con alguien que te ayude porque no hay una puta rampa en ningún lado. Es una bosta tener que usar una silla de ruedas en un país donde ni a los colectivos te podes subir. Pero sabes que es más bosta? Que un tipo te diga que sos un estorbo y que simplemente no podes pasar, por usar algo que ni siquiera lo podes elegir”. 

La mujer, que estudia Comunicación Social contó que presentó su caso al Inadi mediante un email, pero no formalizó la denuncia. La titular del organismo, Adriana Domínguez, dijo que espera que la haga porque ellos no pueden actuar de oficio.