A tan sólo cuatro días después una de las tormentas más fuertes de los útlimos 63 años, la Ciudad de Buenos Aires recibe otra vez un temporal. Con vientos de hasta 50 kilómetros por hora, la lluvia llegó con granizo y actividad eléctrica y amenazaría con revivir la última inundación.
En Olavarría, poco después del mediodía, se desató un temporal que produjo destrozos en distintos sectores de la Ciudad y en la ruta. Según consignó el portal infoeme.com, una de las zonas afectadas fue el predio de Racing, donde las ráfagas de viento destruyeron una carpa que se utilizó para el Festival de Doma. También cayeron árboles en la ruta 226 y volaron techos.
Mientras tanto, se registran demoras en el transporte público porteño y en diversas autovías del país, como el Acceso Norte (altura Don Torcuato), autopista Rosario-Córdoba, ruta 9, autopista Perito Moreno, entre otros.
En base al alerta emitido por el Servicio Meteorológico Nacional, la Dirección de Vialidad y la Agencia de Seguridad Vial recomendaron a los conductores de vehículos que extremen la precaución en el tránsito, no sólo en los accesos a la Ciudad, sino también en rutas nacionales y autopistas de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa Húmeda.
En Buenos Aires, la preocupación de buena parte de los habitantes por el clima está potenciada por la última inundación, en la que se vieron afectados locales y viviendas del barrio de Belgrano. Como ya es usual ante voluminosas caídas de agua, la tormenta había afectado el tránsito y la red de transporte público.
"Estos bailes van a continuar", admitió días atrás el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. "Lo que está pasando es producto del cambio climático. Todos tenemos que comprometernos con la agenda verde, el cuidado del medio ambiente. Esto se está poniendo mal en todo el mundo", aseguró el jefe comunal.
