La viuda de Forza no sabe nada de la efedrina pero dice que a su marido lo mató alguien "con apoyo político"

“Los que hicieron esto saben que yo no participé ni sé nada”, se atajó ayer Solange Bellone, la viuda de Sebastián Forza, en la primera entrevista que da a la prensa tras el asesinato de su esposo en General Rodríguez.

Pese a que en días anteriores el abogado de la familia había dicho que Bellone sentía “pánico y evaluaba irse del país”, la viuda negó tener miedo y aseguró que ella no estaba al tanto de todos los negocios que hacía su marido.

De todas maneras, justificó el accionar de Forza. "Los chicos estaban en un momento equivocado con gente equivocada. Se metieron con alguien que sintió que le estaban tocando el negocio", aseguró Solange en una entrevista con el canal América TV.

La viuda de Forza, que era socia de su esposo en la archi-investigada droguería Seacamp, sostuvo que los tres jóvenes “cayeron en una trampa” y señaló como autor del triple crimen de General Rodríguez a “una persona que tiene un gran apoyo político”.

"Yo creo que (los tres hombres) se asociaron y se conectaron con alguien que necesitaba algo y desconocían lo que había detrás. Ellos fueron a reunirse con alguien con la ilusión de algo que no fue", agregó Bellone.

Aunque a lo largo de la entrevista se mostró tranquila y compuesta, dijo no poder dar precisiones respecto de los supuestos vínculos entre Sebastián y la banda de narcos mexicanos detenida el 18 de julio en la localidad de Ingeniero Maschwitz, porque “no estaba al tanto de absolutamente todo”.

"A mí me sorprendió mucho todo esto que se dice de la efedrina. Sebastián nunca me había dicho algo de este tema. Si este crimen se gestó así fue por algo que se había iniciado hacía muy poquito. Si no, yo hubiera tenido algún dato", sostuvo. Y agregó: "No puedo pensar que todo lo que sale en los medios es verdad. No puedo ser una chica tan tonta".

Con respecto a la gran cantidad de autos de lujo que fueron secuestrados en la oficina de Forza, la mujer dijo que su esposo “quería ponerse una concesionaria” y sostuvo que aunque “vivían bien”, trabajaban muchísimo para tener lo que tenían.

El único momento de la charla en la que se la vio quebrada fue cuando se refirió a la familia de Sebastián. Aseguró que desde la muerte de su esposo, no habían tenido contacto con ella: " Los padres y el hermano de Sebastián desaparecieron. No me están ayudando en nada. No sé si es porque tienen miedo o porque es su forma de encarar la vida. Yo creo que es muy cruel", reveló.