El Canal Vinculación, en su confluencia con el Río Luján, la zona donde se produjo el fatídico accidente del jueves por la noche, es bien conocida por todos los que navegan por el Delta: “Es un caos”, dicen algunos, ya que se trata de una intersección donde circulan tanto lanchas que ingresan o egresan de las guarderías que hay en la zona de San Fernando como barcos de carga, por lo que el oleaje es fuerte y el tránsito suele ser intenso, al estilo de la Panamericana.
Desde Prefectura Naval Argentina, admiten que la zona es de navegación fluida, aunque descartan que haya muchos antecedentes de accidentes. “Son poco frecuentes”, dijo a PERFIL el jefe de Prefectura de San Isidro, Aníbal Moya, quien ayer estuvo a cargo del operativo de búsqueda de Manuel Storani. Los controles son diurnos y nocturnos, y se intensifican los fines de semana, cuando las embarcaciones que salen a navegar se multiplican. Según manifestaron desde las distintas guarderías de la zona (que llegan a albergar hasta mil lanchas), en los últimos años se incrementó notablemente la cantidad, así como las quejas de muchos de sus clientes, que cuestionan que los controles no se corresponderían con dicho incremento del tránsito. Además de las lanchas, hay muchas motos de agua los fines de semana. Sólo en el municipio de Tigre hay registradas 9 mil embarcaciones.
“Controlamos que las personas que conducen tengan habilitación y cuenten con los elementos de seguridad para poder navegar. Además, practicamos controles de alcoholemia, como se realizan en la vía pública”, agrega Moya.