Lejos de cualquier magia, las feromonas son sustancias químicas producidas por las glándulas sexuales para atraer compañeros. Específicamente, son un tipo de hormona producida por las hembras de muchas especies de mamíferos, seres humanos incluidos.
Cuando se habla de “ química en una pareja”, en realidad no es un eufemismo. Mucha gente desconoce que los humanos enviamos señales de olor percibidas por el sexo opuesto. A pesar de ser portadores inconscientes de feromonas, cuando alguien despierta un irrefrenable impulso sexual en los demás, en gran parte tiene que ver con ellas.
Todos los seres vivos usan diferentes mensajes químicos para comunicarse y estas sustancias tienen la particularidad de inducir cambios en el comportamiento de quienes las perciben. O sea, la gente segrega señales, sin darse cuenta, que comunican estados de ánimo y, sobre todo, disponibilidad y compatibilidad sexual.
“ Como siempre trabajé en el área de venta de productos medicinales conocí el tema de las feromonas. A la hora de investigar qué se podía ofrecer de nuevo, y como en todos los perfumes se busca generar atracción, esto me pareció la mejor síntesis”, explica Luis Fleishman, presidente de la empresa SextoSentido con la que desarrolló una línea denominada Pheromonas porque, justamente, tiene el componente químico que despierta grandes pasiones en quien lo huela.
El perfume para mujer se llama Pherowoman y el masculino, Pheromen. La idea es simple, sencilla y provocativa: se aplican dos gotitas detrás de cada oreja, un poco en las muñecas, quizás un toque en el centro de la cabeza y ¡a la pesca!.