Según un informe elaborado en 24 países de la región por la Universidad Torcuato Di Tella, la Argentina se ubica como el cuarto país de América Latina en que sus ciudadanos más aprueban el corte de rutas y las tomas o "invasión de la propiedad privada" como modalidad de protesta. A su vez, el 15,4% de los argentinos entrevistados dijo alguna vez participar de un piquete o una ocupación ilegal.
El documento “Cultura política de la democracia en Argentina”, elaborado por el profesor Germán Lodola, advierte que "la tolerancia de los argentinos frente a la protesta callejera y la invasión de la propiedad privada es una de las más altas de la región. En una escala de 0 a 100, nuestro país se ubica en la cuarta posición con 35 y 20,7 puntos respectivamente. Estos valores son solo superados por Honduras, Belice y Colombia", precisa.
En la Capital y el Gran Buenos Aires, así como en el Noroeste del país, es donde "los niveles de aprobación de estas formas de protesta son superiores a la media nacional, mientras que los residentes del resto de las regiones expresan niveles inferiores", indica el texto.
A su vez, el trabajo de la Universidad Di Tella precisa que ese activismos en esa clase de reclamos es la cifra más alta del hemisferio. De acuerdo al informe, en nuestro país fueron más quienes acudieron a ese recurso antes dirigirse hacia alguna de las instituciones del Estado para elevar sus protestas.
Los entrevistados también consideraron que los piquetes y las tomas "parecen ser eficientes a la hora de obtener respuesta a los reclamos" y señalaron que se dirigen fundamentalmente a "cuestiones económicas". Los responsables, para los encuestados, son tanto el gobierno nacional como las administraciones provinciales y municipales. Pese a ello, dicen que el poder político, judicial y legislativo aún gozan de "legitimidad".