SOCIEDAD
"La vida ms all del capitalismo" es el lema del movimiento

Los Freegans proponen una Navidad sin consumo

Los seguidores de este grupo viven en casas ocupadas y reivindican el desempleo voluntario. Para las fiestas, invitan a los vecinos de Nueva York a una cena con comida que recogen de la basura.

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| AFP

Nueva York- De un lado, un montón de bolsas de basura de las que abundan en las aceras de Nueva York; del otro, una pila improvisada con pimientos, manzanas y dulces empaquetados: un festín de Navidad acaba de ser sacado de la basura por un grupo de Freegans.

Son las 21.30 de una noche de diciembre. En el cruce de la Tercera avenida y la calle 38 de Manhattan, unos cuantos militantes de este movimiento anti-consumo se encuentran delante de un supermercado de lujo a la hora del cierre e inmediatamente antes de que pasen los camiones recolectores de basura.

El grupo actúa rápidamente, abre las bolsas de basura, extrae de ellas cantidades increíbles de alimentos: cajas de frutillas, salchichones, bananas, yogures, jugo de frutas, zanahorias.

Tras un momento de agitación y desorden, las bolsas de plástico vuelven a ser cerradas, los militantes instalan su botín en cajones e invitan a los transeúntes a servirse.

"Basta con que una sola fresa tenga una pequeña mancha obscura, o que la fecha de caducidad del yogur esté sobrepasada porun día para que todo sea tirado a la basura", señala Christian Gutiérrez, de 34 años, que vive en una casa ocupada en el barrio de Soho, al sur de Manhattan, y enarbola orgullosamente un impermeable Burberry's "encontrado en la basura". Al igual que sus zapatos, a los que ni siquiera tuvo que repararles la suela.

El freeganismo tiene un lema: "la vida más allá del capitalismo", y un modo de vida que consiste en recuperar, compartir, reciclar.
El movimiento reivindica la "recolección urbana", el derecho a la vivienda gratuita, la solidaridad y la desocupación voluntaria, "porque el hombre pasa la vida trabajando para pagar facturas y consumir".

Christian, desocupado por elección, tiene un taller "móvil" de montaje de bicicletas. Su comercio funciona los miércoles de 18 a 21 horas y los sábados de 14 a 19.

"Ven a aprender a fabricar tu propia bicicleta", dice un volante que da la lista de los acontecimientos freegan que tienen lugar en diciembre en Nueva York. "La gente viene a reparar las bicicletas, y se queda a cenar porque mi heladera está siempre llena", afirma.

"Nosotros crecimos con la convicción de que las tiendas hacían lo justo. Es difícil convencerse de que lo que hay en la basura no es necesariamente basura", acota Cindy Rosin, de 31 años, que enseña arte en una escuela primaria del barrio de Queens, al norte de Nueva York.

"Los grupos como el nuestro se multiplican en Estados Unidos. Hay uno, que se llama 'compact' cuyos miembros tratan de vivir todo el año sin gastar ni un centavo", agrega Cindy, mientras se dirige hacia una panadería. "íBagels!", exclama, abriendo una bolsa de la que sale un olor de pan recién hecho y en la que hay una decena de panes con forma de anillo.

A menudo, los transeúntes quedan desconcertados ante la propuesta, y los Freegans se llevan a sus casas casi toda su "cosecha".

"Nuestro objetivo no es distribuir alimentos, sino informar a la gente, hablarles del despilfarro increíble de la sociedad de consumo, de la destrucción del planeta", explica Adam Weissman.

En general, los medios de comunicación son bienvenidos, aunque ciertos acontecimientos "están prohibidos para la prensa".

Los Freegans organizan también acciones de "recolección salvaje": bajo la dirección de Tim Keating, "cazador urbano desde hace más de 30 años". Se trata de paseos por los parques de Nueva York durante los cuales se aprende a sobrevivir con "todos los granos y hojas que se encuentren".

Las distintas cosechas se comparten en frecuentes banquetes. "Llámenos para saber el lugar exacto de la fiesta. Los ayudantes de cocina vienen a las 17.30, la cena es a las 20", dice un folleto del grupo, que anuncia el festejo de Navidad.

Fuente: AFP