Hace apenas unos años el uso de Botox era privativo de las estrellas de televisión y las señoras de alto poder adquisitivo. Pero la droga que quita arrugas este año se democratizó y se impuso, con éxito, en hombres y mujeres de clase media.
Según estimaciones de uno de los laboratorios que comercializa la sustancia en el país, Allegran, las ventas del producto crecerán este año entre un 25 y un 30 por ciento.
Según explicó a El Cronista el presidente de Allegran América Latina, Nelson Marques, " el acceso al producto se democratizo" y ahora el producto no sólo es requerido por mujeres de más de 50 años sino que " también se lo aplican mujeres de 30". Además, "entre un 10 y un 15 por ciento del Botox se aplica a hombres".
El botox bloquea las contracciones musculares, por eso, el músculo se relaja y las arrugas disminuyen. Su efecto dura entre tres y seis meses y el precio promedio de cada ampolla es de 350 dólares.
En general, la toxina botulínica tipo A es más efectiva en la zona superior del rostro. Por eso, en las grandes ciudades del mundo se la complementa con los llamados " rellenos dérmicos", un tratamiento similar, pero con gran efectividad en la eliminación de las arrugas que aparecen en el contorno de los labios. Este producto comenzará a aplicarse en el país el año próximo.