Steven Spielberg, en Argentina: enamorado del sur y del asado
Fanático de la carne argentina, con gorra y lentes oscuros entró el jueves pasado al restaurante Oviedo y casi sin mirar la carta pidió el clásico “Asado Banderita”, que devoró en cuestión de minutos. Tan satisfecho quedó que ahí mismo volvió a reservar mesa para dos días después. Es que cada vez que visita el país, Steven Spielberg sucumbe a la tentación de los tiernos cortes de ternera y junto a su mujer suele realizar una suerte de tour gastronómico por la Ciudad. Esta vez, el paso por Buenos Aires fue tan secreto como fugaz. Antes de la recorrida porteña, donde estuvo hospedado en un conocido hotel de Recoleta, el famoso cineasta y su esposa realizaron una visita de placer y negocios al sur del país que incluyó varias noches de alojamiento en Bariloche.
Relax y negocios
Entre los lugares elegidos por políticos y empresarios para sus after office y reuniones de trabajo figuran los hoteles Four Seasons e Intercontinental y los bares Rond Point y La Biela. Sin embargo, el Palacio Duhau Park Hyatt se ha colado en la lista. Días atrás coincidieron en el bar del hotel Karina Rabolini, Jorge “Corcho” Rodríguez y Alberto Piotti. Cada uno en su respectiva mesa. Y como en el “Don Pirulero”, cada cual atendía su juego.
Compañeros radicales
Antonio Cafiero lanzó toda una revelación: “Yo entré al peronismo de la mano del radicalismo”. El histórico dirigente contó que se acercó al PJ gracias a su relación con un radical de toda la vida como Diego Luis Molinari, quien presidía la Junta Coordindora. Cafiero habló durante un homenaje organizado en el restaurante El General por la tradicional Mesa de los Jueves para él y para Ricardo Alfonsín, por los 25 años de democracia. “Si me preguntan cuáles son los dos momentos más importantes de mi vida política, no tengo dudas que son el 17 de octubre del ’45 y el 10 de diciembre del ’83”, aseguró un emotivo Cafiero. Coincidieron ambos dirigentes en que “hay un divorcio entre la ética y la política, y hay una deuda en lo económico y social”, y Cafiero propuso un encuentro en febrero para juntar materia gris de ambos espacios políticos. Compartían la mesa Eduardo Valdés, Alicia Pierini, Alieto Guadagni, Jorge Hugo Herrera Vegas, Moisés Ikonicoff, Alberto Pisano y Guillermo Piuma, entre otros.
Quemá esa foto
Néstor Kirchner no suele cuidar las formas a la hora de expresar sus enojos. No lo hace cuando habla en público, así que es fácil imaginar lo que sucede puertas adentro. Así, se puede tener una idea de la furia expresada por el ex presidente con Sergio Massa cuando se enteró de que el hombre de Tigre había aceptado aparecer en la clásica tapa de un semanario que reúne a los personajes del año. Para colmo, el jefe de Gabinete apareció a menos de medio metro de Alfredo de Angeli.
Hijos de tigre
Madonna pasó como un huracán: a más de una semana de su visita al país, se sigue hablando de ella. Sobre todo en la Casa Rosada. Es que fueron muchos los que quisieron ver cara a cara a la reina del pop durante su visita a Balcarce 50, pero no pudieron acercarse por el celoso cuidado de sus guardaespaldas y por el gran trabajo de desalojo que desplegó Oscar Parrilli en el primer piso de la Casa de Gobierno. Eso sí, los hijos del secretario general de la Presidencia y varios amigos de ellos pudieron permanecer en el lugar y llevarse unas cuantas fotos.
Cordero patagónico
A la luz de la Luna comieron en el deck del Art Hotel El Casco un grupo de amigos de Ignacio Gutiérrez Zaldívar, que vivió cuatro noches de fiesta en fiesta y dice que quizá no se reponga hasta Navidad. Junto al Nahuel Huapi, una parrilla llevó alegría a los carnívoros: cordero, vacío, asado, chinchulines, mollejas y chorizos tuvieron gran éxito. Una sola queja era que el pan era demasiado sofisticado para el “chori”, que va bien con la popular flauta. No fue el anfitrión la única víctima del cansancio y los excesos. Marcelo Longobardi también estaba destruido luego de seis horas de golf. A Rosendo Fraga, de mejor estado físico, se lo vio impresionado por el blend creado por su amigo Nacho para su vino El Casco, del cual quedan sólo 120 botellas. Mario Blejer disfrutó el vino, la comida y las esculturas de Marie Camdessus, hija de quien fuera su superior en el FMI. Las mujeres hablaron de chicos, colegios, exámenes y vacaciones. Y la velada terminó llevándose la noche y las penas de los que no querían irse.
Tour gourmet
La semana pasada fue a Tomo 1, el restaurante de Ada Cóncaro. Según las guías especializadas, el mejor de Buenos Aires. Después le tocó el turno al segundo de la lista: Oviedo, frente al Hospital Alemán. Un reducto donde la especialidad es la comida española. Habrá que ver qué restaurante visitará el ex ministro Martín Lousteau si es prolijo, y sigue al pie de la letra las recomendaciones del periodismo gastronómico.
La fiesta de casi todos
Una vez más, la radio más potente hizo la fiesta más potente. Y no sólo por la gran convocatoria que tuvo el festejo de Radio10 –que este año ya involucra a todo el “multimedios Hadad”–, sino también por los decibeles de los recitales en vivo de La Mosca y Los Auténticos Decadentes. Uno de los que más sufrió el alto volumen fue Julio Cobos, de andar solitario por momentos y con largas colas para el besamanos. Como pudo, también intentó taparse los oídos Mauricio Macri, que se fue sin probar bocado y charló con Daniel Scioli y Daniel Hadad. Los intentos por juntar al vicepresidente con el gobernador bonaerense y el jefe de Gobierno porteño dieron sus frutos y la foto Cobos-Scioli-Macri se comentó durante el resto de la noche. Desde un lateral observaba la escena con nostalgia un fugaz e inusualmente eventero esta semana Fernando de la Rúa, que recibió contados saludos como el de Cristiano Rattazzi y José Luis Gioja. Francisco de Narváez, Daniel Vila y José Luis Manzano comentaban sobre la performance de los medios de Hadad mientras los sándwiches de jamón crudo y ternera desfilaban por todo el predio de La Rural. Largas colas tuvieron que hacer muchos para obtener un vaso del antiguo pero moderno fernet con cola, sin distinción de cargos ni grosor de billetera. Entre abogados y jueces como Jorge “Pati” Ballestero y Ariel Lijo se habló más de fútbol que de causas, dictámenes y sentencias. Y tal vez para evitar el tema deportivo tras la derrota de su querido Tigre, un alicaído Sergio Massa envió saludos a través de su vocero Claudio Ambrosini. Aníbal Ibarra, Jorge Telerman, Oscar Feito, Cristian Ritondo y Daniel Amoroso armaron su propio show porteño con saludos poco cordiales y vueltas de cara. En la entrada hubo cruces de miradas desafiantes, Telerman fue displicente en su saludo y Feito pasó de largo con las manos en los bolsillos. El portero Víctor Santa María vio la secuencia pero se mantuvo al margen. Elegantes, Paula Bertol y María Laura Leguizamón disfrutaron de los temas de La Mosca mientras Adrián y Gerardo Werthein disimulaban bien sus ganas de bailar.
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