Alejado del poder, “El Alberto” se dedica a sumar millaje. En tiempos no muy lejanos en términos temporales, pero prehistóricos si se tiene en cuenta su nivel de influencia política, Alberto Fernández solía oficiar como avanzada del Gobierno en algunos viajes. Cuando la agenda presidencial imponía alguno, el entonces jefe de Gabinete de Néstor Kirchner se adelantaba unos días en su traslado a destino en cuestión y funcionaba como cabeza de playa. A veces le tocaba a él hacerlo; otras, a Oscar Parrilli. Por esas casualidades del calendario, Fernández recaló días atrás en el mismo lugar que desde el próximo fin de semana recibirá a Cristina Kirchner y parte de su gabinete. El hombre viajó junto a Vilma Ibarra a Cartagena de Indias, en Colombia, para festejar su cumpleaños y aprovechar la seguidilla de días feriados, pero esta vez no le tocará ser parte de la Cumbre de las Américas. Pero sí, este viaje le ayudará a seguir sumando millas para poder seguir viajando cada tanto por el mundo, con su querida Vilma.
Vocabulario Moreno. Guillermo Moreno es, como dice y repite mucha gente, el hombre que le quita el sueño con sus pintorescos modos, a veces cargados de una venialidad excesiva e innecesaria. Que recibe con un arma a la vista se ha notificado también pero en la mesa chica no hay muchos empresarios que afirmen: “Sí, a mí me recibió así”. Pero también gente de su equipo ha sido objeto del lenguaje colorido del hombre que podría convertirse alguna vez en un personaje de un film de Emir Kusturica. Una de las frases que han pasado el umbral de esas reuniones es: “A ver si la próxima vienen con sus mujeres porque a ustedes ya estoy cansado de c...”. Y la semana pasada, le tocó el turno a Axel Kicillof, a quien con tono “paternalista” le espetó en la Rosada: “Te voy a sacar bueno a vos, vas a terminar usando corbata y yendo a misa”. El viceministro, cuyo estilo parece de los ex Oasis, sonrió. Un ex funcionario –no ministro– de acceso directo al despacho y agenda presidencial comentó que quizás el mejor método para reeducar a Moreno sea el uso de la indiferencia. Y basó su teoría al recordar cuánto parecía crecer en altura y hombros el secretario de Comercio al ingresar a la Rosada cuando, por ejemplo, los medios destacaban el uso de guantes, resaltaban frases agresivas y ademanes exagerados en reuniones claves: “Una crítica, una medalla...”. El prefiere aquello de que aunque hablen mal, lo que importa es que hablen; la indiferencia –de ser posible– podría alterarlo.
Esto no le gusta a los autoritarios
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¿La historia oficial? Cuando los cuadros de La Cámpora salieron a criticar el libro homónimo de la periodista Laura Di Marco, desembocaron en la previsible profecía autocumplida: los muchachos buscaban evitar que el trabajo tuviera difusión, ya que la pintura sobre la agrupación no era para nada amistosa –y en algunos puntos, también, discutible–, pero terminaron convirtiéndolo en best-seller. Atentos a esa obvia consecuencia, segundas líneas de la agrupación ultrakirchnerista ya comenzaron a pensar en escribir un nuevo trabajo con la historia oficial. La inspiración, al parecer, es el libro La Presidenta de Sandra Russo, que sorprendió a toda la industria editorial por su nivel de ventas. La gran apuesta: lograr el testimonio del primogénito presidencial.
Viento a favor. Después de un año difícil, la coincidencia de las Pascuas católica y judía le ha devuelto la alegría –y también el turismo– a Bariloche. Si hace un par de semanas Eduardo Elsztain, David Sutton y Nacho Gutiérrez Zaldívar decían que no tenían en sus planes vender sus respectivos hoteles, seguramente menos lo harán ahora que la ocupación ha vuelto a los niveles más altos, antes de la erupción del volcán Puyehue. La presentación de un huevo de pascua de 8 metros y los conciertos de todos los días resultaron atractivos para que por primera vez en el año la ciudad volviera a pleno en todo sentido. Durante abril, las reuniones de empresarios en los hoteles y las adelantadas reservas para la temporada de invierno dan una nueva vida al paraíso patagónico. De todos modos, con los brazos abiertos esperan en el lugar a Juan Carr, que ha trabajado mucho en la ayuda de la gente pobre y prometió redoblar los esfuerzos por este lugar que frecuenta.
De viaje. A Londres y por temas laborales viajaron Fernando Sánchez y Rocío Andía, legisladores de la Coalición Cívica. Mientras, y aprovechando el clima casi estival, se instalaron en Punta del Este este fin de semana largo Fernando de Andreis y Bruno Screnci, del bloque macrista.
Trabajo y relax. A Sergio Massa le endilgan haber convertido el municipio de Tigre en Miami. Y se lo tomó a pecho. Decidió pasar Semana Santa en la Florida. Cómodamente ubicado en las suites 1414 y 1415, el intendente de Tigre se hospeda en el lujoso One Bal Harbour Spa & Resort, ubicado en la zona más exclusiva de Miami. Viajó, según dicen, con la misión de adquirir una máquina para oxigenar el agua de su municipio, pero no desperdició los momentos de ocio en la piscina del lugar charlando muy animadamente con el denominado “zar del juego” Gustavo Ranucci y el Titán Martín Palermo.
Juego de escondidas. Gustavo Ranucci, en tanto, es el ex dueño del Bingo Avellaneda –se lo vendió a Cristóbal López– y socio de Marcelo Tinelli con el pase de algunos futbolistas. Hace años que visitaba el One Bal Harbour, pero de prestado. Desde esta sección se ha señalado que el departamento que frecuentaba era del empresario del juego Daniel Mautone. Hace un par de semanas, para evitar el escrache, Ranucci habría invertido casi US$ 2 millones para tener el suyo propio. Mautone es íntimo amigo de Tinelli, dueño del Casino Victoria y socio de Daniel Angelici. Con el mencionado Massa, sin embargo, comparte una vieja disputa y cada vez que viajan a Miami evitan encontrarse en el balneario.
Senado palermitano. Histórico reducto de discusión y negociación de hombres llegados del interior del país, el viejo comedor del Senado ha visto cambiar su estética desde el arribo de Amado Boudou a la vicepresidencia. El marplatense dispuso una serie de modificaciones como para darle un aire más palermitano al recinto. Pero lo que ha descolocado a más de un legislador de la Cámara alta fueron las modificaciones de los nombres de algunos platos tradicionales en la carta. Quienes han disfrutado durante largos años un postre tan tradicional como la ensalada de frutas servida en el viejo copón de vidrio, por ejemplo, ahora deben solicitar un “pincho de frutas”.
Afrancesados. Una de las mesas más animadas que tuvo el casamiento del ex secretario de Medios kirchnerista Enrique “Pepe” Albistur con Victoria Tolosa Paz en el Marriott Plaza (ver fotos en esta página) fue la que compartieron el actor Jean Pierre Noher y el ex jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman. Es que el actor, nacido en París, comentó que estaba tratando de obtener la nacionalidad argentina. Inmediatamente, quienes lo rodeaban le sugirieron que en caso de tener que renunciar a la francesa podía contar naturalmente con Telerman como voluntario para quedarse con ella. A pocos metros, mientras tanto, mantenían una conversación mucho menos frívola, y también menos amistosa, Oscar Parrilli, Carlos Tomada y el sindicalista Carlos West Ocampo: la interna de la CGT fue el tema que dominó el tenso intercambio.
Tapeo granadino. El temporal que prologó la Semana Santa también afectó al ex embajador de España en Argentina, Rafael Estrella. Pero al ex diplomático la furia de los elementos no lo sorprendió en Buenos Aires, sino en la localidad andaluza de Granada, donde se sumó a los tradicionales festejos religiosos. Repleto de recursos, Estrella supo combatir el mal clima con un buen tapeo por los pintorescos bares granadinos.
Parada ocupada. Oscar Lescano encaró la puerta con decisión y de memoria fue a ubicarse en la mesa de siempre. Pero antes de llegar al fondo del restaurante Marcelo, donde pasa más tiempo que en su propia casa, lo interceptaron. Un gentil empleado del comedero lo invitó a buscar otra ubicación pues en aquel sector un reconocido habitué del gimnasio y spa del Sheraton de Retiro festejaba su cumpleaños con numerosa mesa que superaba las cuarenta personas. No sin refunfuñar, el sindicalista que mejor representa al grupo de los Gordos aceptó el revés y se dispuso a engullir su pedido sin rastros aparentes de frustración.
Digo yo, decís vos. Los homenajes por los treinta años de la guerra del Atlántico Sur concentraron la agenda política. El acto central de la Presidenta en Ushuaia marcó una nueva posición del Gobierno y de algunos de sus enunciados y de otros –por supuesto– se centró el debate que se llevó a cabo sobre las Malvinas en la sede de la calle Florida de la editorial El Ateneo con la participación de Federico Pinedo, Patricia Bullrich, Archibaldo Lanús, Eduardo Amadeo y la escritora Virginia Gamba. Hubo coincidencia entre los disertantes en que en los ejes de la negociación bilateral importa lograr que Inglaterra se siente a dialogar y que para eso se debe ahondar en el conocimiento del modo de vida de los isleños, también en que éste es un inmejorable momento para negociar dado que se han dado vuelta algunos paradigmas que sostenían las potencias mundiales y, como nunca antes, el colonialismo está en baja. Archibaldo Lanus señaló que, a nivel diplomático, lo correcto sería entablar una negociación chata en el tiempo, lo que implicaría implícitamente un reconocimiento de nuestros derechos sobre nuestras islas, lo cual es difícil porque cada gobierno tiene su fórmula diferente y los partidos políticos, dijo, no son consultados. A su turno, Virginia Gamba habló de discutir conceptos como si la guerra da derechos, y dijo que al hablar de soberanía siempre se debe incluir a las islas Georgias y Sandwichs del Sur, pues al estar éstas deshabitadas se neutraliza el argumento de los ingleses de que se debe respetar la autodeterminación de los kelpers. Culminado el evento varios de los presentes caminaron las pocas cuadras que separan la librería del auditorio de la Manzana de las Luces, donde el presidente de la Pastoral Social, el obispo de Gualeguaychú Jorge Lozano, presentaba un libro.
Bicicletera. En la mencionada reunión en El Ateneo se supo que quien se ha convertido en una fan de la bicicleta es Patricia Bullrich. Si esta saludable y deportiva actitud es una muestra más de su compromiso PRO es una incógnita irrelevante. Lo cierto es que la legisladora se compró una bicicleta con la que se mueve a diario de su domicilio en Palermo a la Legislatura. Un par de asesores la imitaron dos veces, pero el traje no es apto para estar presentable en los despachos. Imposible llegar impecable. Guillermo Dietrich celebró el cambio de hábito de La Piba.
Multifestejos. Cerrado todavía el ciclo de los festejos misóginos –pero a pocos días de inaugurarlo–, Mario Guerrieri celebró su cumpleaños con toda su familia en el famoso quincho que posee en el Bajo Flores, donde antiguamente funcionaba una de las empresas familiares. Reunió allí a hijos, nietos y amigos que, como es costumbre, lo acompañaron a la hora de los caprichos etílicos y gastronómicos en la excepcional parcela. Esta vez no sólo el asado fue pantagruélico –incluyó achuras, cortes de ternera y lechón acompañados por las clásicas papas con cebolla– sino que la torta también fue por partida triple, ya que aprovecharon para soplar velitas su hija Mariana y su yerno Federico.
Destino, China. Con tantos legisladores de vacaciones, se hace menos notoria la ausencia de un grupo de legisladoras que por estos días recorren China invitadas de manera oficial por el gobierno de Shanghai. Como era de esperarse, la ex presidenta de COAS y ahora diputada del PRO Carmen Polledo está a la cabeza de la comitiva por ostentar una vasta experiencia en la disciplina de viajar, puesto que ya que no le alcanzan los dedos de las manos para contar las veces que visitó el continente asiático. También lo hicieron otras “chicas PRO”: Lidia Saya y Lía Rueda, la ex titular de Conciencia que también se sumó al PRO en un pase que generó polémica en la mencionada ONG.
Celeridad interesada. Si por algo no se caracteriza Pinamar es por tratar bien a la prensa. Días atrás, un notero del programa CQC fue agredido en pleno acto conmemorativo por Malvinas. Mientras éste intentaba consultarle al polémico intendente Blas Altieri sobre supuestas irregularidades en la entrega de viviendas sociales, una patota de seguidores altieristas lo corrió a patadas de la plazoleta donde se llevaba a cabo la actividad. Luego del escándalo, los ánimos en el gobierno provincial con el intendente están caldeados y hasta algunos ya le pronostican un final similar al del caído en desgracia Roberto Porretti. Lo que se comenta es que la celeridad de Altieri para echar el viernes a sus funcionarios patoteros se debió a que de no hacerlo se aceleraría el curso de alguna de las causas que acumula en la Justicia desde hace tiempo.
